Los aspirantes a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024 protagonizaron este miércoles un tenso debate, el último antes de las primarias de la formación, para tratar de imponerse como alternativa a Donald Trump, candidato ausente y a la vez favorito en las encuestas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis; el empresario tecnológico Vivek Ramaswamy; la exembajadora ante la ONU Nikky Haley; y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie fueron los participantes de este evento organizado por el Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés) para promover una «agenda conservadora ganadora».
En esta ocasión DeSantis y Ramaswamy intentaron acorralar desde los compases iniciales a Haley, la única candidata que ha crecido de forma notable en las encuestas de intención de voto desde el primer debate, que tuvo lugar a finales de agosto.
Según la web demoscópica FiveThirtyEight, Haley empezó entonces con un 3,3% de apoyo y ahora se sitúa en un 10,5%, muy cerca de DeSantis, el segundo favorito después de Trump, con un 13%.
El expresidente, a pesar de estar inmerso en una maraña de líos con la justicia, lidera las encuestas con 60% de intención de voto.
El gobernador de Florida atacó a Haley por no tener posturas más radicales contra los derechos de las personas transgénero, tildándola de estar a favor de la «mutilación genital» de menores, en referencia a las cirugías de reasignación de sexo y los tratamientos hormonales en menores de edad.
DeSantis, al igual que Ramaswamy, también cuestionó la financiación de la campaña de Haley, acusándola de estar recibiendo dinero de Wall Street, las grandes corporaciones de EE.UU. y de situarse al servicio de los «poderosos».
Los analistas y medios conservadores han criticado con severidad a Haley durante las últimas horas después de que se filtrara que su campaña recibió unos 250.000 dólares a través de un comité de acción política (PAC, en inglés) liderado por el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman, un declarado votante demócrata y defensor de causas progresistas.
Uno de los momentos más acalorados del debate giró en torno al apoyo de EE.UU. a Israel y Ucrania, pilares fundamentales en política exterior durante el mandato del actual presidente demócrata Joe Biden, quien también buscará la reelección.
A pesar de no estar presente en el debate, la figura de Trump también desató polémica.
El cuarto debate republicano tuvo lugar en la sede que la Universidad de Alabama tiene en la ciudad Tuscaloosa.
Fuente e imagen: EFE