El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, viaja este miércoles a México para intentar encauzar con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y otras autoridades la crisis por el tráfico y consumo de fentanilo, así como al aumento de la presión migratoria en la frontera común.
La Administración de Joe Biden quiere que México extradite a más narcotraficantes y desmantele más laboratorios clandestinos de fentanilo, un potente opioide sintético que ha provocado cifras récord de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Además, la visita tiene lugar después de que la patrulla fronteriza estadounidense arrestara en agosto al mayor número de indocumentados en lo que va de año.
Una delegación de alto nivel
En su visita de dos días, el jefe de la diplomacia estadounidense estará acompañado de una delegación de alto nivel compuesta por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el fiscal general, Merrick Garland, y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall.
También viajan el encargado del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols, así como el jefe antinarcóticos del mismo departamento, Todd Robinson.
La agenda oficial arrancará con una nueva reunión bilateral entre Blinken y la canciller mexicana, Alicia Bárcena, quienes ya se vieron la semana pasada en Washington.
También está prevista una reunión ministerial sobre migración en la que puede que participen otros cancilleres latinoamericanos.
El jueves, la comitiva estadounidense se reunirá con su contraparte mexicana para el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad, donde el tráfico de drogas, el tráfico de armas y la migración estarán sobre la mesa.
Al concluir, se espera una conferencia de prensa entre Blinken y Bárcena, y posteriormente el secretario de Estado pondrá fin a su visita con un encuentro con López Obrador en el Palacio Nacional.
Fuente: EFE
Foto crédito: AFP