Por José López Zamorano
Para La Red Hispana
Estados Unidos padece una auténtica crisis de salud pública que amenaza desproporcionalmente a nuestras minorias, especialmente a los jóvenes hispanos y afroamericanos. No estoy hablando de las lamentables muertes por la epidemia del consumo de opiaceos que han acaparado la atencion nacional, sino la menos notoria amenaza del contagio del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH).
De acuerdo con cifras de los Centros de Control de Enfermedades (CDC), los hispanos representaron aproximadamente una cuarta parte de todos los nuevos diagnósticos del VIH en los Estados Unidos en 2015, a pesar de representar aproximadamente el 18% de la población total del país.
En 2016, los jóvenes de 13 a 24 años de edad conformaron el 21% de todos los nuevos diagnósticos de VIH en los Estados Unidos. La mayoría (81%) de esos nuevos diagnósticos ocurrieron entre los jóvenes gays y bisexuales. No hay indicios de que la situación haya registrado avances significativos en los últimos años.
Es innegable que los latinos ocupamos algunos de los lugares más bajos en un amplio número de indicadores de bienestar y prosperidad, por ejemplo en la proporcion de familias hispanas por debajo de la linea de la pobreza o el porcentaje de latinos graduados de la universidad. Este dramático panorama del contagio del VIH es sin duda un lastre para el futuro de nuestra comunidad.
Se trata de un horizonte particularmente preocupante si tomamos en cuenta que los jovenes, el futuro de nuestra comunidad, tienen uno de los niveles más bajos de atención médica oportuna, en especial aquellos jóvenes hispanos o afro americanos gays y bisexuales, de acuerdo con los datos de los CDC.
Como periodista y conductor radial he tenido la oportunidad de colaborar durante varios años en varias campañas informativas y de concientización sobre VIH que han tenido un mensaje muy claro: el VIH no es una condena de muerte.
Y la mejor manera de hacer frente al contagio empieza por hacerse la prueba. Y de allí se abre la conversación con tu familia, tus amigos y con profesionales sobre prevención o tratamiento. Nunca es demasiado tarde y las pruebas son confidenciales y gratuitas. Entre más temprano mejor.
El 27 de junio es el Día Nacional de la Prueba del VIH como parte de una campaña titulada “A mi manera”. Me parece un titulo apropiado porque no importa si decides hacerte la prueba de día o de noche, con tu médico particular, en una clínica, con una organización comunitaria, lo importante es hacerte la prueba en tus propios términos, pero lo más pronto posible.
Para frenar la propagacion se requiere el concurso de todos, este es un asunto serio de salud pública y requiere la participación decidida de toda la comunidad.
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