El expresidente Donald Trump, candidato republicano en los comicios de noviembre en EE.UU., asegura en una entrevista con el semanario Bloomberg Weekly que si gana las elecciones mantendrá al presidente actual de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, hasta que termine su mandato en enero de 2028.
En la entrevista, centrada casi exclusivamente en política económica, también adelanta que considera al director ejecutivo del mayor banco del país, JPMorgan Chase, Jamie Dimon -una de las voces más escuchadas en Wall Street- como posible Secretario del Tesoro, en este caso en sustitución de Janet Yellen.
Sin embargo, es importante señalar que la entrevista fue realizada antes de que Trump sufriera un atentado fallido el pasado sábado en Bultler (Pensilvania), un suceso que ha sacudido su campaña y el panorama político en el país, por lo que no está claro que sus planes previos a ese día se mantendrán invariables.
Otra de las ‘promesas’ que Trump hace al periodista que lo entrevista es que bajará ‘el tipo impositivo máximo’ para empresas hasta un 15 %, frente al 21 % actual (ya lo bajó del 35 % al 21 % en 2016), en línea con el tradicional discurso de rebaja impositiva a la actividad empresarial con el argumento de que crea riqueza.
Trump reconoce que en su primer mandato no siempre se rodeó de las personas adecuadas -«Tuve a algunos que no elegiría por segunda vez»-, pero sostiene que ahora la experiencia lo ha convertido en alguien más sensato: «Ahora conozco a todo el mundo, verdaderamente soy alguien experimentado», dice.
En cuanto a la inflación y los tipos de interés, Trump no esconde que se opone a una bajada de tipos -se prevé que podrían bajar en septiembre- antes de las elecciones porque eso daría un empujón a la economía, pero también a la presidencia de Biden: «Eso es algo que no deberían hacer», advierte.
Sus ideas para bajar la inflación pasan por fomentar las prospecciones de gas y petróleo -y propiciar así un descenso de los precios de combustibles que tendrá un efecto contagio-, mientras que su discurso antiinmigratorio lo razona con el objetivo de proteger a la población estadounidense, y en especial a la afroamericana, de los salarios a la baja que supuestamente acepta el inmigrante ilegal.
En cuanto al comercio internacional, reafirma su intención de imponer un 10 % de tasas sobre cualquier producto exterior, que en el caso de China -su gran obsesión- se dispone a subir hasta el 100 % del valor del producto. Dice al periodista, sin aclarar a quién se refiere, que «nos tratan muy mal, pero yo (ya empecé) a cambiar toda esa cultura», apunta.
Fuente: EFE
Imágen Crédito: Drew Angerer/Getty Images