En medio de críticas porque el programa que concede una protección temporal a cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses origine una carga económica para los estados receptores, los defensores de inmigrantes señalan lo contrario: el programa denominado “parole” será una contribución para las arcas públicas de Estados Unidos.
“Este programa ofrece un camino para que los inmigrantes ingresen a la fuerza laboral, que es importante en medio de un contexto económico como el actual y en momentos en que en Estados Unidos escasea mano de obra en varios sectores”, dijo Samuel Vilchez Santiago, director en Florida de la organización American Business Immigration Coalition.
Calificó de “solución de sentido común” el llamado “parole” humanitario en favor de las personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que el gobierno del presidente Joe Biden puso en marcha a comienzos de enero.