Señores
Maryland Hispanic Chamber Board Members
De mi especial consideración:
Tras algunos meses alejado de mis actividades habituales como editor de Latin Opinion Newspaper y miembro de esta corporación, motivado a familiares que reclamaban mi urgente atención, me dirijo hoy a ustedes, muy respetuosamente, para exigir al ciudadano Jorge Castillo, quien en mi ausencia, sin causa ni fundamento alguno y en forma artera, se ha dado a la deleznable tarea de difamarme, realizando en mi contra imputaciones que lesionan mis derechos al honor y a la reputación, ocasionando con tales acciones no solo los daños morales propios de la ofensa pública, paralelamente su repercusión ha incidido nocivamente en mi patrimonio, que ha experimentado una merma considerable.
Como es del conocimiento de la Junta de Directores de Maryland Hispanic Chamber of Commerce, Castillo expresó en comunicación suscrita por él y remitida con copia a los miembros Juan Barbaran, Corina Morga, y Beverlee Berthel, que Latin Opinion Newspaper ha utilizado a la Cámara de Comercio Hispana de Baltimore para su propio beneficio financiero. Esta falacia malintencionada y tendenciosa me sitúa en el deber ineludible de reclamar formalmente a través de esta misiva, la intervención de la cámara, seguro como estoy de que otros miembros, de reconocida honestidad, no son parte de esta malhadada campaña de descrédito en mi contra y por ende deben ser desvinculadas de toda responsabilidad en relación con las acciones unilaterales emprendidas por el mencionado individuo.
En orden a la exposición precedente, desmiento pública y categóricamente esta campaña orquestada con oscuros propósitos, al margen de toda integridad de fuente moral, carente de veracidad y de ética profesional, que se traduce en evidente violación de mis derechos subjetivos al honor a la reputación, lo que me faculta para exigir judicialmente su reparación moral y material. En tal sentido, conmino al Sr Castillo a que presente pruebas fehacientes de sus infundadas aseveraciones o haga pública su retractación en caso contrario. De igual manera, manifiesto mi decisión indeclinable de colocar a disposición de la MHCC y los organismos competentes todo el historial de los ingresos y cuentas desde antes de recibir la honorable distinción de presidir este organismo, ya que en el mismo, se reflejan todas las erogaciones en dinero de los últimos años hechas por las pasada administraciones. Cabe destacar que desde que asumí la presidencia y bajo el compromiso de rescatar la misma cuando el tiempo lo permitiera, no ha habido ninguna transacción comercial. La transparencia y Good Standing status ( Al día con los impuestos ) ha estado bajo la supervisión y contraloría de la misma firma que ha llevado la contabilidad de la BHCC durante los últimos años.
Por otro lado, Castillo también señala que Latin Opinion engaña al público y a la comunidad latina de Baltimore y el estado de Maryland, lo que constituye una grave y destemplada acusación que solo persigue socavar la credibilidad de nuestra publicación así como colocar en tela de juicio la gestión impecable y solidaria que ha sido orgullo de nuestro ejercicio editorial durante más de 20 años, por lo cual repudiamos el insano propósito que la promueve.
Quisiera referirme por último a cierta comunicación cuyo contenido se ha filtrado extramuros, en la que este gris personaje -Jorge Castillo- habría solicitado al gobierno de Maryland una investigación contra Latin Opinion, en la que incluso amenaza con tomar acciones desde el Baltimore Business Journal, en cuyo seno contaría con un reportero presto a iniciar la “investigación” en caso de que las autoridades no lo hicieran conforme a su solicitud. Hemos tenido noticias, sin embargo, que los señalamientos de Castillo resultaron irrelevantes para la oficina del Gobierno Estatal y ello da al traste con este nuevo ataque en contra nuestra, que por cierto ya fue desmentido abierta y categóricamente por la editora del BBJ.
Es obvio, que detrás de este ensañamiento, se esconden sórdidos intereses que sugieren que quien debe ser investigado es el propio Castillo. Nada justifica su afán por crear zozobra en la comunidad hispana del estado de Maryland, incitando perversamente al descrédito de nuestra publicación y atacándome personalmente con infundadas imputaciones, rayanas por demás en la difamación y la calumnia. Acaso será ello el producto de una alianza perversa del tal Castillo con otra publicación hispana? No lo sabemos a ciencia cierta, pero estimamos que la MHCC debe tomar cartas y fijar posición en este vergonzoso asunto y exigir, como lo hago enérgicamente por esta vía, que el ciudadano Jorge Castillo dé razón fundada de sus acusaciones o en su defecto se retracte públicamente de ellas, sin perjuicio de la acciones legales que deberemos tomar en Latin Opinion por este bochornoso caso que indubitablemente lesiona mis derechos como editor y ciudadano.
Es oportuno recordar el lamentable antecedente que tuvimos cuando la ciudadana Gigi Guzmán, quien es MHCC Board Directors Member, en diciembre de 2005, se hizo de los servicios de un abogado para demandar a Latin Opinion y condicionó el desistimiento de esa acción al hecho de que Latin Opinion procediera a retirar de las calles de Baltimore una edición que contenía una denuncia comunitaria; en aquella ocasión, la Dirección del periódico, fiel a su compromiso social con la comunidad latina de Baltimore, se negó a retirar el tiraje de aquella edición y, no obstante, tampoco fue demandado por la Sra. Guzmán.
Considero que la opinión pública debe tener conocimiento de estos ataques que deploro muy sinceramente como comunicador al servicio de toda una comunidad y este caso específico, del estado de Maryland. Y por tales motivos exhortamos a legisladores y funcionarios públicos comprometidos con comunidad latina que hace vida social en el estado de Maryland, para que sumen esfuerzos en función de detener a personajes de tan baja calaña como el señor Castillo, en su desorbitado afán de destrucción sin encontrar límites y abusando de sus facultades como MHCC Chair, en desmedro de la ética, la moral y el servicio debido a la comunidad hispana de nuestra ciudad y de nuestro estado.
Atentamente,
Erick A. Oribio
Publisher
Latin Opinion Newspaper