El Real Madrid ha vuelto a escribir su nombre en los anales del fútbol europeo al conquistar la UEFA Champions League 2023/24. En una final llena de emoción y destreza, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti venció al Borussia Dortmund con un marcador de 2-0 en el emblemático Wembley Stadium de Londres.
Este logro no solo refuerza la supremacía del Real Madrid en la competición, alcanzando su decimoquinta «Orejona», sino que también establece a Ancelotti como el técnico más exitoso en la historia del torneo, con cinco títulos en su haber. La celebración fue monumental, reflejando la grandeza de una victoria que quedará grabada en la memoria de los aficionados y en la historia del club.
Una final pastosa
Fue una final pastosa, extraña, en la que el Borussia dispuso de 45 minutos de tener al Madrid maniatado, para que al final fueran los de Carlo Ancelotti los que, como llevan haciendo toda la vida, se salieran con la suya. Como en esa película de Indiana Jones en la que Harrison Ford es amenazado decenas de veces por una espada, pero a él, con un solo disparo, le basta para ganar la pelea.
Esta vez, el disparo fue un vuelo aéreo de Carvajal. Un vuelo hacia la unión con Paco Gento, en el club de las seis Copas de Europa. Un vuelo que desactivó la terrible primera parte de los blancos.
La caraja del Madrid en los primeros 45 minutos fue descomunal. Salió a tener el balón, pero no a jugar el partido. La bola iba de lado a lado en sus dominios, pero era el Borussia el que sabía lo que tenía que hacer.
El desprecio de los alemanes a la pelota tenía un sentido, su partido pasaba por aprovechar la velocidad, los espacios y a sus extremos, que hicieron añicos, a través de Karim Adeyemi, los primeros 45 minutos de Carvajal.
El hombre de las seis finales, el único que ha estado presente en todas desde Lisboa, hizo aguas ante el talentoso jugador alemán, que se quedó solo contra Courtois en un balón al espacio de Hummels. Con todo el tiempo del mundo y una ventaja sideral respecto a la línea defensiva y respecto a Courtois, Adeyemi declinó el disparo y optó por rodear al arquero, con un toque rudo y nervioso que hizo que la pelota se marchara de ángulo y arruinara su momento de gloria.
No fue una jugada aislada, al error de Adeyemi le siguió un tiro al palo de Füllkrug, bien achicado por Courtois, y dos manos del belga, a Sabitzer y a Adeyemi. El Madrid salvó en la primera parte una estadística de Goles Esperados (xG), de 1,7, una locura, digna del duende del catorce veces campeón.
Ante esos 45 minutos tétricos del Madrid, sólo se podía esperar una mejoría. Ir a peor, o mantenerse en la misma línea, hubiera significado despedirse de la ‘Orejona’.
Y si algo tiene el Madrid es una resiliencia histórica para sostenerse en el alambre, para sobrevivir en la irregularidad.
Un aroma distinto para la segunda parte
La segunda parte ya tuvo un aroma distinto cuando Carvajal apareció desde atrás para estrellar en la defensa una volea. Fue un primer aviso, al que siguió un paradón de Kobel a falta de Kroos.
El Madrid, poco a poco, pero con sus clásicos ‘infartitos’, como fue una parada de Courtois a cabezazo de Füllkrug, estaba en el partido. Había aterrizado justo a tiempo, sin prisa, cocinando el partido a fuego lento.
Nacho dijo en la previa que preferían empezar ganando, sin remontar, pero no dijo nada de no sufrir. Ancelotti sí lo advirtió: “es el partido más peligroso”.
Y ese miedo, peligro, preocupación y nervios que atenaza al cuerpo nada más acaba de sonar el himno de la Champions y se enfrenta al muro amarillo del Borussia Dortmund, lo vio desvanecerse Dani Carvajal cuando atacó el primer palo, en un córner de Kroos. El canterano, el hombre de la primera piedra en la nueva ciudad deportiva, fue el hombre que desatascó la noche.
El miedo, ese que muchas veces viene decantado por la suerte y por la mano con la que comiences la partida, pasó de bando. La presión, sobre los hombros de la Decimoquinta, fue a parar a los inexpertos alemanes, que regalaron el 0-2 y la final.
Maatsen, con una entrega catatrófica atrás, dejó en un dos para uno a Bellingham y Vinícius. El inglés, que había errado el segundo instantes antes, conectó con el brasileño, que en un tiro mordido dio el mordisco definitivo al título.
El adiós de Kroos
El decimoquinto en las vitrinas del club más grande de la historia de la Copa de Europa. El que marca el adiós de Kroos, que con el trabajo cumplido se fue señalando el escudo, ese que desde este sábado en Wembley cuenta con un título más.
Ficha técnica:
0 – Borussia Dortmund: Kobel; Ryerson, Hummels, Schlotterbeck, Maatsen; Sabitzer, Can (Malen, m.80), Sancho, Brandt (Haller, m.80), Adeyemi (Reus, m.72); y Füllkrug
2 – Real Madrid: Courtois; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Camavinga, Kroos (Modric, m.85), Valverde, Bellingham (Joselo, m.85); Rodrygo (Militao, m.90) y Vinícius (Lucas, m.94).
Goles: 0-1. Carvajal, m.74 y 0-2. Vinícius, m.83.
Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia) amonestó a Schlotterbeck (m.40), Sabitzer (m.43) y Hummels (m.79) por parte del Borussia Dortmund y a Vinícius Júnior (m.35) por parte del Real Madrid.
Casi 10,4 millones espectadores vieron la final
Casi 10,4 millones de espectadores vieron algún momento de la final de la Champions League que se retransmitió en La 1 de RTVE, con una cuota de pantalla del 48,8 por ciento, y picos de audiencia que llegaron al 61% en la Comunidad de Madrid en el llamado ‘minuto de oro’.
Fuente: EFE
Imagen crédito: Tolga Akmen