Los aliados de Ucrania reaccionaron con escepticismo ante la propuesta de China, una postura que EE.UU. ha reafirmado este lunes. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha mostrado sus dudas sobre las propuestas de “paz” del presidente chino y ha advertido que podría ser una “táctica dilatoria” para favorecer a Rusia en su despliegue sobre el terreno en Ucrania. “El mundo no debe dejarse engañar por ningún movimiento táctico de Rusia, con el apoyo de China o cualquier otro país, para congelar la guerra en sus propios términos”, ha advertido Blinken.
En su plan de paz, China defiende por un lado la soberanía y la integridad territorial ucraniana, el cese de las hostilidades y la reanudación de las negociaciones de paz, y por otro aboga por tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de Rusia ante el avance de la OTAN. A su vez, pide el levantamiento de las sanciones adoptadas por Occidente contra Rusia debido a la conocida como “operación militar especial”.
En cuanto a la iniciativa china, Kiev advirtió de que, antes de aplicarla, Rusia debe retirar sus tropas del territorio ucraniano, en alusión a que el plan de Pekín no alude a la integridad territorial ni a la anexión ilegal de cuatro regiones ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, está a la espera de conversar con Xi por videoconferencia una vez termine su viaje al gigante del norte.