El precio del diésel se ha disparado en los últimos meses, incluso más que el de la gasolina regular, en especial después de que Rusia invadió Ucrania hacia finales de febrero. El ataque de Moscú obligó a varias naciones a rechazar el combustible ruso, retirando del mercado a una de las principales fuentes de petróleo, el componente principal del diésel, lo que causó un alza drástica en los precios.
Durante meses, los conductores han resentido los altos precios de la gasolina. Muchos tal vez no sepan que también están absorbiendo el impacto de un diésel mucho más caro. Eso se debe a que los productos que compran los consumidores, desde cereal y jugo de naranja hasta entregas de pañales por Amazon, son entregados en camiones, trenes o barcos que usan diésel. Esos precios inflados pasan de una compañía a otra hasta que llegan al consumidor, quien tiene que pagar por productos más costosos.
El precio promedio nacional del diésel es de 5,50 dólares por galón (1,45 dólares por litro), un aumento del 68% respecto al año pasado, cuando el galón costaba apenas 3,27 dólares (86 centavos por litro). En comparación un galón de gasolina regular promedia 4,47 dólares (1,18 dólares por litro), un aumento del 41% respecto al año pasado. (Washington Hispanic)