Con motivo del 4 de julio, se celebra la fiesta nacional por excelencia de Estados Unidos. Como consecuencia, las calles se llenan de banderas estadounidenses para celebrar el día señalado como el Día de la Independencia.
Para entender por qué se eligió esta fecha hay que remontarse al año 1776. El 4 de julio del citado año la Declaración de Independencia fue adoptada por el Congreso Continental, dos días después de una votación sobre si separarse del Reino Unido. Esta Declaración es considerada por los estadounidenses como el certificado de nacimiento de EE.UU, ya que oficializó su independencia del poder británico.
A raíz de esto, los ciudadanos han forjado una serie de costumbres que se llevan a cabo una vez al año por esta señalada fecha. Cada uno genera su propia tradición en torno a parrillas, picnics, festivales o desfiles. Sin embargo, todos comparten los fuegos artificiales y los perritos calientes.
Los perros calientes son unas de las comidas más populares de Estados Unidos desde finales del siglo XIX. Se comen durante todo el año, pero su consumo masivo se ha convertido en parte de la tradición del 4 de julio. Según el Consejo Nacional de Perros Calientes y Salchichas, los estadounidenses consumen unos 150 millones de “hot dogs” en este día. (Cope)