Casi 200 países, reunidos en París recientemente, llegaron a un acuerdo “extraordinario” contra el calentamiento global. Según el presidente François Hollande, es “el primer pacto universal de la historia de las negociaciones climáticas”. El tratado establece cifras de emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros acuerdos, un logro que dará sus frutos a largo y mediano plazos.
El pacto me hizo recordar una frase relacionada que asegura: “Piensa global, pero actúa local”. Este pensamiento nos llama a poner atención a los planes establecidos por los gobiernos, pero también a dedicar parte de nuestro tiempo al entorno. Que cada uno actúe individualmente, acorde con las necesidades del planeta.
En Canadá se desarrolla una iniciativa muy interesante, a nivel de oficina. Tiene como lema: “La basura no existe en la naturaleza: lo que a unos les sobra, lo aprovechan otros”. Sus participantes se dedican a recolectar envases y productos supuestamente desechables y los transforman en utensilios y muebles con valor de uso. No podemos esperar a que la estrategia de los gobiernos, por muy positiva que haya sido la reunión de París, comience a dar sus frutos. En el hogar, la escuela, el trabajo, en un parque, en el edificio donde vivimos, siempre podemos hacer algo.
Te sugiero cinco maneras de actuar, para contribuir al cuidado del medio ambiente:
-Decoremos la casa y la oficina con plantas naturales. Además de ayudar a la naturaleza y purificar el ambiente, reduce y hasta elimina el estrés.
-No arrojemos objetos no biodegradables en ríos, lagos o mares. Utilicemos los recipientes destinados al reciclaje. Además de cuidar el medio ambiente, embellecemos el entorno.
-Cuando vayamos a comprar material de oficina o cuadernos, si es para el uso cotidiano, asegurémosnos de que hayan sido fabricados con papel reciclado.
-Si tenemos automóvil, dejémoslo en casa cada vez que podamos. En muchas ocasiones podemos caminar o utilizar bicicletas. Además de no provocar contaminación, es un ejercicio físico perfecto. Muchas veces tomamos el auto para ir al gimnasio del barrio, y allí entrenamos en una bicicleta estática. ¡Qué absurdo!
-Algo esencial es la educación de los niños. Recuerda que las medidas prometidas en París comenzarán a dar frutos cuando los niños de hoy sean mayores. Por tanto, desde ahora debemos prepararlos para que aprendan a cuidar el planeta y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.