La Casa Blanca aseguró que la pausa en la vacunación con el inyectable de la farmacéutica Johnson & Johnson, conocida también por el nombre de su filial Janssen, no tendrá un “impacto significativo” en su estrategia para inocular contra la COVID-19 a la población de Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense está trabajando con las autoridades estatales y locales del país para “que a cualquiera que tuviera cita para una vacuna de J&J se le dé rápidamente otra cita para recibir la de Pfizer o la de Moderna”, añadió en un comunicado Jeff Zients, el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca contra el coronavirus.
Zients reaccionó así a la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de que se suspenda el uso en el país de la vacuna de Johnson & Johnson, tras haber registrado seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave”.
Añadió que las vacunas de Johnson & Johnson apenas representan “menos del 5 % de las administradas en Estados Unidos y que el Gobierno federal ya se ha asegurado dosis suficientes de Pfizer y Moderna para 300 millones de estadounidenses”.
En Estados Unidos viven unos 255 millones de adultos, de los cuales más del 28 % ya están completamente vacunados, de acuerdo con los CDC. Los suministros de Pfizer y Moderna, las únicas otras dos vacunas contra la covid-19 aprobadas para su uso de emergencia en Estados Unidos, “son más que suficientes” para mantener el ritmo actual de 3 millones de dosis puestas al día, prometió Zients.
“También permitirán cumplir la promesa del presidente estadounidense, Joe Biden, de que se habrán administrado 200 millones de dosis cuando él cumpla 100 días en el poder, a finales de abril”, añadió.
La pausa cautelar se debe a la detección de un tipo de coágulos en sangre que no figuran en la lista de posibles efectos secundarios adversos que formaban parte de la autorización de uso de emergencia para J&J por Estados Unidos. Los seis casos registrados son mujeres con edades entre los 18 y los 48 años, y sus síntomas se produjeron entre seis y trece días después de la vacunación. (Tomado de EFE)