Migrantes varados en la frontera sur de México quemaron piñatas con las figuras de los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela en una protesta contra la cumbre migratoria que el Gobierno mexicano realiza este domingo en Chiapas con otros 11 países de la región.
En la manifestación en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, cerca de 200 migrantes, en su mayoría de Venezuela, Centroamérica y Haití, incendiaron piñatas del mandatario venezolano, Nicolás Maduro; del cubano, Miguel Díaz-Canel, y del nicaragüense, Daniel Ortega.
Los extranjeros, reunidos en el parque Bicentenario, cargaron las tres figuras, las pasearon y escenificaron un juicio público para acusar a los gobernantes de no apoyar a los migrantes.
El director de Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mujica, señaló que esta “contra cumbre” es una protesta para denunciar que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no tiene una solución.
“La cumbre lo que trae es más de lo mismo, no hay nada más que la corrupción de los países que quieren lucrar con la migración, el dolor y la sangre”, indicó el reconocido defensor de migrantes.
A kilómetros de la manifestación, en la ciudad de Palenque, López Obrador se reunía con los jefes de Estado de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela, el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, así como ministros y cancilleres de Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá.
La cumbre migratoria ocurre mientras México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio “sin precedentes”, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 16.000 migrantes que llegan al día a las fronteras mexicanas, de acuerdo con López Obrador.
Fuente: EFE
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