Los inmigrantes centroamericanos que viajaron en caravana a través de México hasta la frontera con San Diego comenzaron a entregarse el pasado lunes a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo. Casi 200 migrantes, muchos de ellos con niños, decidieron solicitar protección en el cruce fronterizo más transitado de EE.UU después de que muchos de ellos huyeron de la violencia en sus países, dijeron los organizadores. Los gritos de ‘¡Ánimo, ánimo, ánimo!’ y ‘¡Sí se pudo, sí se pudo!’, fueron coreados por decenas de migrantes en la ciudad mexicana de Tijuana, tras el inicio de recepción de solicitudes por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). El presidente estadounidense Donald Trump y miembros de su gabinete han estado dando seguimiento a la caravana, a la que se refirieron como una amenaza para el país desde que comenzó el 25 de marzo en la ciudad mexicana de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala. El secretario de Justicia Jeff Sessions ha dicho que la caravana es un “intento deliberado de socavar nuestras leyes y sobrecargar nuestro sistema”, y prometió enviar más jueces de inmigración a la frontera para solucionar casos de ser necesario. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no indicó a cuántos se les permitió el ingreso el lunes por la noche, pero Alex Mensing, organizador del proyecto para el grupo activista Pueblos Sin Fronteras, dijo que fueron ocho. La entrada de los primeros es una luz de esperanza para los ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador que llegaron a la fronteriza Tijuana la semana pasada para solicitar asilo en el país vecino. Foto cortesía.
24 de diciembre de 2024
Menú