Dos tercios de los estadounidenses quieren una reforma de la Corte Suprema después de la decisión que eliminó los derechos federales al aborto garantizados por el fallo Roe v. Wade de 1973.
“Estamos en un terreno algo inexplorado en ese sentido”, dijo Carolyn Shapiro, profesora de leyes del ITT Chicago-Kent College of Law. “Por primera vez en mucho tiempo, quizás como nunca antes, hay un creciente apetito público para hacer cambios en la corte, como añadir jueces o imponer límites de tiempo”.
La aprobación pública de la Corte Suprema cayó a un nuevo mínimo el mes pasado, con la mayor desaprobación desde que la firma de encuestas Gallup comenzó a registrarla desde 2000.
El sondeo arrojó que un 53 % de la población desaprueba la labor que está haciendo la Corte Suprema. Un 40 % de los encuestados describieron a la corte como “bastante correcta” ideológicamente, mientras que un 37 % dijo que es “muy conservadora”. (La Voz de América)