Esto ya ha funcionado tanto en el pez cebra como en las sanguijuelas medicinales.
“Durante varias décadas, hemos tratado de crear productos electrónicos que imiten la biología”, dice en un comunicado de prensa Magnus Berggren, profesor del Laboratorio de Electrónica Orgánica de la Universidad de Linköping. “Ahora dejamos que la biología cree la electrónica para nosotros”.
Según el estudio publicado en la revista Science, los equipos dicen que este enfoque «puede usarse para apuntar a subestructuras biológicas específicas y es adecuado para la estimulación nerviosa, allanando el camino para la electrónica totalmente integrada dentro del sistema nervioso».
El cuerpo hace el trabajo de activar los electrodos, lo que significa que los investigadores suecos se convirtieron en los primeros en poner en marcha el proceso sin necesidad de modificación genética o una señal eléctrica externa.
Si bien el equipo aún no está listo para probar su tecnología en humanos, se mostró prometedora con la formación exitosa de electrodos en el cerebro, el corazón y las aletas caudales del pez cebra. El equipo también formó electrodos alrededor del tejido nervioso de las sanguijuelas medicinales.
«Al hacer cambios inteligentes en la química, pudimos desarrollar electrodos que fueron aceptados por el tejido cerebral y el sistema inmunológico», dice Roger Olsson, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lund, en un comunicado de prensa. “El pez cebra es un excelente modelo para el estudio de electrodos orgánicos en el cerebro”.
«Nuestros resultados abren nuevas formas de pensar sobre la biología y la electrónica», dice en un comunicado de prensa Hanne Biesmans, autora del estudio y estudiante del Laboratorio de Electrónica Orgánica. «Todavía tenemos una serie de problemas por resolver, pero este estudio es un buen punto de partida para futuras investigaciones».