Por la Dra. Aliza Lifshitz para la Red Hispana
Parece increíble que han pasado cerca de 30 años desde que vi a mi primer paciente con SIDA. En aquel entonces no había mucha esperanza. Fue una epidemia que cambió al mundo. Sin duda ha habido muchos avances, entre ellos la prueba del VIH que es el primer paso para salvar vidas.
Desde que se inició la epidemia de VIH/SIDA hasta el 2014, alrededor de 71 millones de personas se habían infectado con el virus. De ellos 34 millones habían fallecido de VIH. Alrededor de 36.9 millones de personas estaban viviendo con el VIH a fines del 2014 en todo el mundo, aunque variaba mucho por país, según la Organización Mundial de la Salud.
En Estados Unidos, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) estiman que, a fines del 2012, 1.2 millones de personas de 13 años y mayores, vivían con el VIH, incluyendo a 156,300 personas (12.8%) que estaban infectadas y que no lo sabían porque no se habían diagnosticado. La prueba del VIH debería ser parte de un examen médico regular entre los 15 y los 65 años. Aunque los adolescentes más jóvenes y los adultos mayores de los 65 también deberían hacerse la prueba del VIH. Además, deberías hacerte la prueba si has tenido una enfermedad de transmisión sexual, relaciones sexuales con hombres que han tenido relaciones con hombres sin protección, con alguien que ha usado drogas o con alguien que no conocías, si has tenido varias parejas sexuales, compartido agujas o jeringas o si estás embarazada (ya que si sabes que estás infectada podrías tomar medicinas que protejan a tu bebé).
La prueba también se recomienda en el recién nacido de una mujer embarazada en quien se desconoce si es VIH positivo o no y en los casos de violación. En Estados Unidos siempre se hace en los casos de donación de órganos y sangre. ¿Qué pasa después de la prueba? Si estás infectado(a), puedes iniciar un tratamiento que te ayude a extender tu longevidad y a disminuir las posibilidades de infectar a otros. Si la prueba es negativa, puedes aprender cómo mantenerte sano.
Te puedes hacer la prueba con tu médico, en una clínica o en uno de los departamentos de salud de tu área. Lo importante es que te la hagas. El hecho de que haya estado negativa en el pasado o de que te sientas bien no significa que no te puedas haber infectado, especialmente si estás en un grupo de riesgo.
Lo más importante es que la prueba no sólo te proporciona mayor posibilidad de que tengas una esperanza de vida normal, también reduce tu riesgo de enfermedad a más de la mitad. El VIH/SIDA dejó de ser una condena de muerte. Por ti, tu familia y tu comunidad ¡vale la pena que te hagas la prueba del VIH!
Para más información de la prueba del VIH visita:
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