La comunidad hispana de Baltimore ha experimentado notorios cambios demográficos aumentando no sólo en población sino también en las pocas favorables consecuencias de la inmigración en la región.
Son innumerables los problemas, quejas, denuncias, y por tal razón, a continuación mencionaremos lo que para muchos hispanos pensantes son situaciones que necesitan acciones correctivas contundentes y con urgencia, cómo parte de la tan deseada transformación de Baltimore.
Cabe mencionar, en primer lugar que el Alcalde de la ciudad de Baltimore, Brandon Scott, durante su campaña, en una entrevista con nuestro Director Erick Oribio, prometió que erradicaría de la alcaldía todo aquello que no funcionaba; sin embargo, no ha habido ningún cambio dentro de la cuestionada Oficina para Inmigrantes (MIMA), dónde se manejan los asustos hispanos y practicamente solo efectúan algunas actividades en favor de los indocumentados, además de ser criticados por el constante mal uso del idioma español.
A modo de ejemplo se puede afirmar que durante el Censo 2020 dicha oficina evidenció todo lo contrario a lo que es trabajar por una comunidad con un objetivo común.
Los números oficiales del Censo 2020 sobre la población hispana de Baltimore están muy lejos de los números reales y los invitamos a ver en la gráfica anexa, el mensaje erróneo que se estaba enviando desde la alcaldía, para contar a los hispanos confundiéndolos con ejercer el derecho al voto. Tal imagen revela la razón porque las cosas no funcionan bajo el esquema de su actual directora.
Por otra parte, es necesario abordar el tema de la salud, el cual ha marcado alta tendencia en los últimos tiempos, ya que algunas personas están utilizando el uso de las vacunas de forma mediática, a fin de promoverse personalmente en la comunidad latina con la anuencia de una sociedad de cómplices. Al respecto se ha podido observar que la doctora que coordina las actividades en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, ha tenido el descaro de, por lo menos en una oportunidad, pasar sin hacer fila y sin cita a sus amistades.
Asimismo, la crisis en el sector salud se ha desbordado en el hospital John Hopkins Bayview. Allí acuden muchos hispanos que son robados al salir de sus trabajos, especialmente en el área de Higlandtown, y llegan al hospital con los rostros desfigurados, lo que constituye una tragedia, que se une al fuerte rumor de un gran negocio, en el que presuntamente utilizan inmigrantes, les otorgan un seguro médico en el hospital y los ponen a trabajar para sus propias empresas, en jardinería y construcción, con una remuneración muy baja, a nivel de explotación.
Otro elemento a referir es la crisis en el ámbito religioso. Con la complicidad de personas relacionadas a los líderes espirituales se lanzan cortinas de humo para ocultar el sentir de los feligreses hispanos, sus necesidades y tragedias. También, estas personas, de doble cara, se aprovechan de sus títulos y del bajo nivel de instrucción de los feligreses, para tratarlos indebidamente, cómo si se tratase borregos que van a un corral y no de seres humanos pensantes que merecen respeto, consideración y ser tomados en cuenta.
El caso más reciente de este atropello, denunciado formalmente, es el racismo de un religioso, del que preferimos no mencionar su nombre, pero estamos seguros que entre cielo y tierra no hay nada oculto, por lo que muy pronto saldrá la verdad de la corrupción campante que existe en nuestra comunidad.
Este aspecto es perturbador para el crecimiento integral y adhesión a la sociedad de la población hispana. Es imperdonable la falta de dignidad de las personas que denominamos “sociedad de cómplices”, quienes trabajan para organizaciones sin fines de lucros, algunos legisladores, ayudantes en las iglesias y muchos otros que se autoproclaman cómo líderes de la comunidad.
Aunque existe mucha gente trabajando para cambiar y mejorar a Baltimore, es hora de sincerar la realidad hispana y afrontar la situación de las tres pandemias que estamos viviendo, y que nadie quiere mencionar: aparte del Covid-19, el VIH y el Fentanil.
Para mayor información de temas comunitarios en Baltimore y Maryland los invitamos a visitar nuestra página web: www.latinopinionbaltimore.com.