El pasado lunes, el juez federal de Maryland, Roger W. Titus, consideró legal la decisión tomada en septiembre por el presidente Donald Trump de acabar con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Aunque este fallo da fuerza a los argumentos de Casa Blanca, no afecta la reactivación del programa ni la renovación de permisos de trabajo para sus beneficiarios, porque el programa sigue vigente mientras continúa en litigio en una corte superior. Titus explicó en su decisión, que Trump tenía la autoridad para acabar con el programa y que el Congreso de Estados Unidos es el único que puede hacer cambios en las leyes de inmigración. “Debido a la creencia razonable de que DACA fue ilegal, la decisión de desfasarlo de forma ordenada fue racional”, se lee en el documento citado por la agencia AP, por lo que tras el anuncio de Trump el Congreso tiene seis meses para hacer las enmiendas necesarias. La Corte de Maryland fue una de las que recibió demandas contra el gobierno, junto a la de Nueva York, California y el Distrito de Columbia tras la cancelación del programa. Tanto California como Nueva York, ya decidieron el 9 de enero y el 13 de febrero respectivamente, diciendo que el gobierno actuó de manera arbitraria y obligaron a reactivar el programa y permitir la renovación de sus permisos de trabajo a aquellos que ya estaban inscritos. El anuncio de Maryland no afecta lo establecido por las otras cortes, a pesar de que el juez Titus criticara los fallos al considerarlos una “indebida intromisión política”, insistiendo también en que la Administración no puede utilizar la información personal de los Dreamers en su contra para expulsarlos del país ya que se tendría que solicitar una orden judicial para cada caso individual. Foto cortesía.
23 de diciembre de 2024
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