Alexander Acosta fue juramentado el pasado 28 de abril como Secretario de Trabajo, con lo que se ocupó la ultima vacante en el gabinete del gobierno del presidente Donald Trump. La nominación de Acosta ocurrió luego que la primera opción de Trump, Andrew Puzder, retirara su nombre del proceso. Puzder, ex jefe de un imperio de empresas de comida rápida, reconoció haber tenido un ama de llaves que vivía en el país de manera ilegal. Los demócratas y dirigentes del sector laboral pusieron en duda su capacidad para abogar por los trabajadores estadounidenses. El Senado confirmó la designación por 68 votos contra 31. La mayoría contó con el apoyo de ocho demócratas y un independiente. “Se trata de hallar, ayudar y apoyar los empleos y el crecimiento del empleo”, dijo Acosta en el acto presenciado por su familia. Hijo de inmigrantes cubanos y nacido en Miami, Florida, Acosta es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Harvard y el primer hispano en integrar el gabinete. Será el 27mo secretario de Trabajo de la nación, que encabezará un departamento enorme que supervisa la ejecución de más de 180 leyes laborales que cubren aproximadamente a 10 millones de empleadores y 125 millones de trabajadores. Acosta ha sido fiscal federal, director de la defensa de los derechos humanos en el Departamento de Justicia y miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Trabajó como abogado en la División de Derechos Civiles durante el Gobierno del ex presidente republicano George W. Bush y, más recientemente, fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Florida. Llegará al cargo con un historial relativamente poco claro sobre algunos de los asuntos más importantes que enfrenta el gobierno sobre temas cruciales en la agenda del Departamento del Trabajo. Foto cortesía
16 de noviembre de 2024
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