Según una investigación efectuada por expertos de la Universidad de Stanford, la marihuana libera sustancias nocivas similares a las del tabaco, que perjudican no solo a los pulmones, sino al sistema cardiovascular.
Después de fumar cannabis, se acelera el ritmo cardíaco y la presión arterial. Daños que se suman a los ya conocidos y nocivos para la salud mental, entre otros, dificultades para pensar, problemas de memoria, coordinación reducida o dificultad para mantener la atención, además de problemas en las relaciones sociales o escolares.
“Un creciente grupo de evidencias sugiere que el cannabis no está del todo libre de daños y en realidad puede causar enfermedades cardiovasculares”, señaló el autor principal del estudio, el doctor Ishan Paranjpe, médico residente de la Universidad de Stanford.
Foto: UNAM Global