La pandemia de COVID-19 ha traído, desafortunadamente, múltiples pérdidas: de empleo, de salud y de la propia vida. Nadie esperaba tal situación. Pareciera que varias tormentas cayeron al mismo tiempo sobre nuestro planeta, sin que nadie –absolutamente nadie- pudiera librarse. Uno de los efectos negativos de mayor impacto ha sido a nivel emocional, porque la epidemia nos arrebató parte de nuestra libertad y nos ha causado mucho dolor.
Por eso, desde la Sección Consular de la Embajada de México en Washington, D.C., invité a la tanatóloga mexicana, Fernanda Buenrostro. Para que conversara con la comunidad mexicana y latinoamericana, a través de Facebook Live, y nos ayudara a entender la función de la tanatología, como una disciplina que nos orienta para aceptar las pérdidas, por el desempleo, por una enfermedad o por el fallecimiento de alguien cercano.
Aprendí que mudarse de ciudad, cambiarse de escuela y divorciarse, son considerados momentos de “pérdida”. Para aceptarla, debemos construir en nosotros la capacidad para sobreponernos a períodos de dolor emocional y a situaciones adversas, de manera constructiva y con la suficiente flexibilidad para salir más fuertes de dichos períodos. A esa capacidad se le llama resiliencia.
“Pena compartida, pena disminuida” nos dijo Fernanda en esta charla. Es decir que es bueno contar el dolor que sentimos; es bueno evitar la soledad, desahogarnos y llorar. Eso ayudará a aceptar una situación y a llegar a un momento de paz, para enfocarnos en el día de hoy y en nuestros seres queridos, que nos necesitan fuertes y serenos.
Fernanda nos habló también de las etapas del duelo, de cómo explicar a los niños una situación adversa en la familia y de cuáles son las características de un funeral en época de pandemia. Le dije que yo pensaba que eso era, probablemente, lo más doloroso que nos había arrebatado la pandemia: no poder estar cerca de nuestros seres queridos en horas difíciles.
Coincidimos en que cada vez más familias dolientes están eligiendo la cremación, no por preferencia, sino como una solución que les permite cerrar de manera tranquila su ciclo de duelo, en una época en la que los vuelos hacia nuestros países están prácticamente cerrados, y las funerarias tardan semanas –meses- en realizar trámites ante gobiernos estatales que han reducido al mínimo sus servicios.
Sin entrar en detalles religiosos, hablamos también de la importancia de la espiritualidad. Fernanda nos recomendó escribir una carta al ser querido que se nos adelantó, reunirnos con todos nuestros familiares utilizando la tecnología de hoy, y hacer con ellos una ceremonia simbólica de adiós. Todo eso ayuda, dijo. Y pienso que el público, con sus intervenciones, enriqueció nuestro diálogo y quedó satisfecho.
En suma, tuvimos una conversación muy útil y práctica, sobre un tema complejo y profundo, pero muy oportuno. Quienes deseen ver los casi 60 minutos que duró esta plática, pueden hacerlo en:
https://www.facebook.com/ConsulMexWas/videos/630061757857598/
Rafael Laveaga
Jefe de la Sección Consular de la Embajada de México en Washington, D.C.