Estados Unidos y México admitieron una política migratoria fallida y se unieron por enésima vez contra el tráfico de personas tras el hallazgo de 53 migrantes muertos hacinados en un camión en San Antonio, Texas, una de las mayores tragedias de este tipo de las últimas décadas.
“La horrible y trágica muerte de alrededor de 50 seres humanos en San Antonio es resultado de leyes migratorias rotas y disfuncionales”, lamentó en redes sociales el embajador estadounidense en México, Ken Salazar.
Mientras que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, calificó en una rueda de prensa el suceso de “tremenda desgracia” y la atribuyó al tráfico de personas y a “la falta de controles” tanto en la frontera común como “al interior de Estados Unidos”. (Telemundo)