Una ola de casos de influenza tiene en vilo al sistema de salud de Estados Unidos de cara al invierno, cuando se reportan la mayor cantidad de casos de enfermedades respiratorias, incluidos el COVID-19 y el RSV o virus respiratorio sincitial.
La población más impactada por el aumento dramático en infecciones son los niños. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés) reportaron en la última semana tres muertes pediátricas asociadas a la influenza. En el mismo periodo 6.465 pacientes fueron ingresados al hospital con la enfermedad.
Personas de grupos raciales y étnicos minoritarios como hispanos, afroamericanos y nativoamericanos, están en mayor riesgo de ser hospitalizadas o morir a causa de la influenza, debido a la disparidad en la tasa de vacunación, de acuerdo con un reporte de los CDC.
“La cobertura de vacunación contra la influenza continúa siendo más baja entre los adultos negros, nativos e hispanos en comparación con la cobertura entre los adultos blancos y asiáticos. La desconfianza en el sistema médico, las percepciones erróneas sobre la seguridad de las vacunas y los niveles más altos de preocupación por los efectos secundarios han contribuido a una cobertura más baja”, asegura el informe. (La Voz de América)