Baltimore, MD. Dic. 21, 2023.
El 25 de Diciembre de 2021, James Webb, el mayor telescopio del mundo, era enviado al espacio y, tras un despliegue perfecto, seis meses más tarde, el presidente de EEUU, Joe Biden, sorprendía al mundo con la primera imagen científica captada por esta maravilla tecnológica: la primera del espacio profundo.
El telescopio, construido por la NASA, la agencia espacial europea (ESA) y la agencia canadiense, superó todas las expectativas con la imagen -con un detalle y una resolución sin precedentes- de SMACS 0723, una región con un enorme cúmulo de galaxias. «Va a mostrarnos cosas que ni imaginamos», auguró Macarena García, científica del proyecto para Space Telescope and Science Institute y astrónoma de ESA.
El telescopio funciona en el infrarrojo y puede ver objetos fríos, muy lejanos u ocultos tras el polvo. Esto no solo ayudará a estudiar el universo primitivo, la evolución de las galaxias, el ciclo de vida de las estrellas y la composición de otros mundos, sino que ha abierto una nueva era en la investigación astronómica.
«Su rango de observación es único: va de lo más cercano, el Sistema Solar, hasta las galaxias más lejanas del universo primitivo», dijo en una entrevista con EFE.
En el Sistema Solar ha dado datos bastante revolucionarios, sobre todo de los anillos y satélites de planetas como Júpiter y Urano, «que es donde más está marcando huella», pero también mucha información sobre las atmósferas planetarias, no solo de su composición sino también de su clima y sus tormentas o patrones de viento.
Un ejemplo: No hace mucho, Webb descubrió que en Europa -un satélite de Júpiter- hay dióxido de carbono endógeno, «que es un potencial de vida, tal y como nosotros la entendemos, y eso indica que quizás haya vida bacteriológica. Eso ha sido nuevo y revolucionario».
«Quedan muchísimas sorpresas y en todos los campos, e incluso nuestro Sistema Solar», y Webb desvelará muchas de ellas porque, gracias a un lanzamiento «perfecto» que ahorró mucho combustible, tiene reservas suficientes para seguir trabajando «al menos veinte años más, y yo espero que dure incluso más. Hay Webb para rato, vaya si lo hay».
Fuente: EFE
Foto crédito: El Siglo de Torreón