El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha cambiado de estrategia para vacunar contra la covid-19 a los más escépticos. En vez de estadios para inmunizar a la mayor cantidad de gente posible, el mandatario ahora apuesta por la intimidad de las iglesias, las farmacias y la consulta del médico de familia
El objetivo de EEUU es llegar a los escépticos a las vacunas a través de alguien de su confianza, como un familiar, un cura o un farmacéutico, explicó el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, en una entrevista con la cadena ABC News.
Además, Biden quiere que la vacunación sea lo más fácil posible: en vez de tener que pedir cita por internet, ahora los estadounidenses pueden recibir su pinchazo en 40.000 farmacias sin necesidad de cita previa, indicó Fauci.
El Gobierno también ha decidido otorgar 250 millones de dólares a organizaciones comunitarias que puedan proporcionar transporte a aquellos que quieran vacunarse, además de ayudarles a agendar citas o responder las dudas que puedan tener.
Asimismo, el Gobierno estadounidense planea invertir millones de dólares en campañas dedicadas a promover la vacunación entre los jóvenes, las comunidades rurales y las minorías hispana y afroamericana.
El cambio de estrategia se produce ante un descenso del ritmo de vacunación en Estados Unidos, donde la media de vacunas administradas al día descendió el pasado 9 de mayo por debajo de los dos millones por primera vez desde marzo, según un análisis de datos oficiales del diario The New York Times.
La cantidad de vacunas suministradas al día sigue siendo notable, pero esa caída ha bastado para que estados como Florida, Texas y Ohio hayan decidido cerrar algunos de sus centros de vacunación masiva.
Además, según un análisis de la cadena CBS, hasta 22 de los 50 estados de EE.UU. pidieron esta semana al Gobierno federal solo una pequeña fracción de las vacunas que tienen asignadas en función de su población. El cambio de tendencia es notable, ya que cuando comenzó la campaña de inmunización los gobernadores de muchos estados acusaron a Biden de no darles suficientes vacunas y pidieron más. (Tomado de EFE Salud)