La alimentación comprende un conjunto de actos voluntarios y conscientes que van dirigidos a la elección, preparación e ingesta de los alimentos, relacionado directamente con el medio sociocultural y económico, determinando al menos gran parte de los hábitos dietéticos y estilos de vida.
Últimamente los términos dieta y dietética son confundidos frecuentemente ya que no son lo mismo.
Dieta: son los hábitos alimenticios de un individuo y esto no tiene que estar arraigado a un tratamiento de ninguna patología como la obesidad ni reducción de peso. Simplemente es lo que come el individuo. La dieta se puede modificar para conseguir diversos objetivos como, por ejemplo, algún tratamiento médico.
Dietético es la ciencia que utiliza los conocimientos de la nutrición para proporcionar una alimentación saludable que se adecue a cada individuo y sus diversas situaciones de vida como un embarazo, lactancia, ejercicio físico, así previniendo posibles patologías y mejorando su calidad de vida.
Existen muchos textos sobre la filosofía clásica del yoga que hacen énfasis en la importancia de cuidar la alimentación relacionando diferentes alimentos con determinados estados físicos, fisiológicos y mentales.
El yoga nos ayuda a comer equilibradamente. El estrés, la ansiedad y la falta de afecto hacen que algunas veces elijamos alimentos que, producen sensaciones agradables al paladar sacian el hambre, pero no son nutritivos para el organismo. La práctica del yoga crea un estado mental ecuánime, equilibrado y compasivo que favorece una alimentación adecuada para nuestra salud y constitución, según la época del año, y con respeto por el entorno.
Si comemos:
- a) Cereales integrales, legumbres, proteínas vegetales, verduras (exceptuando las solanáceas), hortalizas, fruta de temporada, frutos secos, semillas y algas, todo ecológico: probablemente experimentaremos sensaciones corporales neutras y sutiles. Las articulaciones estarán más abiertas, flexibles, resistentes y el estado mental será más equilibrado, positivo y silencioso.
- b) Cereales refinados y azúcares refinados: probablemente experimentaremos sensaciones corporales agradables, pero fluctuantes, lo que crea un estado emocional inestable que puede pasar de la euforia a la depresión, y de tener mucha energía a experimentar somnolencia y cansancio.
- c) Carne, pescado, grasas animales y la mayoría de los lácteos: probablemente experimentaremos sensaciones corporales más pesadas e intensas, y el estado mental puede ser más agresivo y menos sensitivo.
Comer alimentos del grupo a) nos permitirá tener una la práctica del yoga más fluida, no con esto quiere decir que si comes el resto de los alimentos no puedes hacer yoga, incluso en la actualidad muchos de sus practicantes están en procesos para mejorar su alimentación.
El yoga también nos nutre el cuerpo la mente y el alma. Mediante las práctica del yoga podemos llegar a percibir como cada alimento crea una sensación corporal y estado mental precisos.
En esta filosofía buscamos estar en equilibro con nuestro cuerpo y el entorno, conociendo herramientas que nos permiten vivir en armonía sin hacer daño a nadie, principalmente a nuestro organismo.
Rainelu Linares
Instagram: @hagamos_yoga
Instructora certificada internacional