La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos al anular Roe v. Wade, la ley que afirmaba el derecho constitucional al aborto, hizo retroceder un paso en los derechos y libertades que las mujeres habían conseguido ya desde 1973.
Poco después de la caída de Roe, once estados prohibieron el aborto por completo, la mayoría de estos fueron en el sur y el medio oeste: Alabama, Arkansas, Mississippi, Missouri, Oklahoma, Dakota del Sur y Texas. Mientras que otros estados optaron por prohibirlo a partir de las seis semanas de embarazo (Georgia, Ohio, Carolina del Sur y Tennessee).
Y, un mes después de esta decisión, al menos 43 clínicas en el país norteamericano han dejado de realizar abortos, según un estudio elaborado por el Instituto Guttmacher.
Antes de la derogación del derecho, había un total de 71 centros que ofrecían la posibilidad de poder abortar en estos once estados y, 30 días más tarde solo quedan 28 clínicas que aún ofrecen el aborto como posibilidad, todas ubicadas en los cuatro estados que se ha limitado la prohibición a las seis semanas de embarazo. 43 menos en un mes. (El Periódico)