El Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han firmado un memorando de entendimiento para el trabajo conjunto en favor de los derechos humanos de los migrantes.
El acuerdo busca “generar condiciones propicias para alcanzar los objetivos” del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, adoptado en 2018, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para “encontrar un enfoque común en la gestión de la migración internacional”, según el escrito.
El Secretario permanente del SELA, Clarems Endara, reconoció la “importancia del fenómeno de la movilidad humana”, por lo que se comprometió a “seguir trabajando” para la “formulación de políticas migratorias basadas en el respeto a la dignidad y los derechos”, así como para la “creación de condiciones propicias” que permitan a los migrantes “ofrecer sus contribuciones al desarrollo sostenible”.
Por su parte, el director regional de la OIM para América del Sur, Marcelo Pisani, valoró el “espacio de diálogo y concertación que presta el SELA para sumar esfuerzos hacia una mayor cooperación regional y multilateral, y aprovechar su experiencia y trayectoria en la región para abordar la migración en todas sus dimensiones”.
El SELA recordó que “no se trata de la primera vez” que busca, junto con la OIM, “impulsar la integración regional a través del esfuerzo mancomunado”, ya que la “cooperación entre las partes comenzó con un acuerdo” firmado en 1984.
Una cantidad récord de 40.000 niños ha cruzado en la primera mitad de 2023 la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, en un movimiento migratorio que realizan solos o con sus familias, según dijo Unicef este mes.
La mitad de esos niños tenían menos de 5 años, señala el informe “La cara cambiante de la emigración en Latinoamérica y el Caribe: una región como ninguna otra”, presentado el pasado 7 de septiembre por Unicef.
Fuente: EFE
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