El gobierno de Donald Trump anunció recientemente que reducirá nuevamente la cuota de refugiados de 45,000 a 30,000 en 2019, una reducción del 33%. La decisión fue anunciada por el secretario de Estado, Mike Pompeo. A principios de agosto el diario The New York Times había anticipado que la Casa Blanca estudiaba una nueva reducción del número permitido de refugiados, una de las tantas promesas de campaña de Trump. Durante el gobierno de Barack Obama alcanzó los 85,000 cupos anuales, pero el 29 de septiembre del año pasado Trump lo redujo a la actual cuota de 45,000, el cupo más bajo desde 1980. El nuevo ajuste se da en momentos de una crisis mundial de refugiados y una fuerte oleada de inmigrantes centroamericanos que huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza, y buscan refugio en Estados Unidos. Reportes de prensa indicaron en agosto que la Casa Blanca había recomendado una reducción de la cuota a solo 15,000 cupos. El grupo asesor del presidente en materia de inmigración lo dirige Stephen Miller un polémico funcionario autor de las principales políticas antiinmigrantes de Trump, entre ellas la de ‘tolerancia cero’. Durante la drástica reducción de 2017, Miller jugó un papel clave que lo llevó a enfrentamientos con los secretarios de Seguridad Nacional, Estado y de Defensa. Abogados temen que el cambio a la cuota de refugiados impacte la política de asilo. En abril el fiscal general, Jeff Sessions, anunció instrucciones a los jueces de inmigración para que desestimen peticiones basadas en violencia doméstica, la cual fue considerada en los últimos 15 años con el aval de tres secretarios de Justicia, como una causa de asilo válida dentro del grupo social en particular, una de las cinco razones de asilo. Foto cortesía.
23 de noviembre de 2024
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