Varias naciones de América Latina celebramos el Día de los Muertos el 2 de noviembre. Es un día de convivencia familiar, en el que recordamos a nuestros ancestros. Recordamos sus vidas, los consejos que nos dieron, su forma de ser, lo que les gustaba y lo que no.
Es la oportunidad, para millones, de conocer su árbol genealógico, de aprender sobre quienes integran la familia y, de esta manera, recordarlos en nuestras mentes y hacerlos vivir en nuestro corazón.
Este año ha sido de especial significado, por la pandemia del COVID-19. Además de arrebatarle la vida a miles de personas, nos ha quitado la oportunidad de acompañar a nuestros seres queridos en los hospitales e incluso de acudir a los cementerios, muchos de los cuales cerraron sus puertas por la pandemia.
Pero el virus no impedirá que pongamos altares en nuestras casas, ni que hagamos este ejercicio de recordar, conocer y hablar en familia sobre nuestros antepasados. Menos aún en el mes de noviembre, cuando en Estados Unidos se celebra una importante fecha de convivencia familiar: el Día de Acción de Gracias, festejado el último jueves de este mes.
Aparentemente nada tiene que ver una celebración con la otra, porque tienen raíces y manifestaciones distintas. Pero tienen algo muy importante en común: independientemente de la religión que profesen, de sus preferencias políticas y de su posición social, las familias se reúnen y recuerdan a sus ancestros, en el marco de una suculenta cena.
Por ello creo que los valores familiares entre México y Estados Unidos no son tan diferentes como se suele creer. Como sociedades, compartimos cosas muy importantes. Más ahora, que la población inmigrante ha crecido tanto y ha contribuido tanto al crecimiento de la economía y la cultura de esta gran nación.
En la Sección Consular de la Embajada de México, todas y cada una de las personas que trabajamos allí –una vez concluida nuestra jornada laboral- dedicamos con gran esmero parte de nuestro tiempo a reunir, armar y montar un Altar de Muertos. Lo inauguramos el 2 de noviembre y puede verse, con detalle, en la sección de videos de nuestra cuenta de Facebook: @Consulmexwas. Les invito cordialmente a que vean este video de 11 minutos, para “trasladarse” a México y disfrutarlo.
Este año, además, dedicamos el altar a las personas que, desafortunadamente, perdieron la vida a causa de la pandemia en esta región de los Estados Unidos. Varias de sus familias, generosamente, nos enviaron las fotografías de su seres queridos y allí están colocadas, con respeto y cariño.
Esa es la magia del Día de Muertos: vivir y revivir México, con respeto y cariño. Esa es, también, la magia de morir cuando queremos firmemente –parafraseando al gran compositor de México Lindo y Querido, Chucho Monge- “que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”.
Sí, para que nos lleven a México a descansar eternamente, pero, también, para ser recordados y amados, y vivir así eternamente.
Por Rafael Laveaga R.
Jefe de la Sección Consular de la Embajada de México en Washington, D.C.