Baltimore, MD. Dic. 26, 2023.
Los latinos se han convertido en una de las comunidades más golpeadas por la violencia con armas de fuego en EE.UU. y al mismo tiempo son blanco de la industria que la sustenta y que se afana, con campañas y promociones, en lograr más compradores entre este colectivo.
Los datos difundidos muestran que las muertes de hispanos por armas de fuego en el país casi se han duplicado en una década: en 2021 (último año del que hay datos recolectados) llegaron a 5.741, mientras que 10 años antes eran 2.947, según el Violence Policy Center (VPC).
Además, según esta misma organización, los latinos tienen más probabilidades que los blancos de ser asesinados con un arma de fuego como lo muestra la tasa de homicidios por cada 100.000 personas en 2021, 5,2 frente a 3,1.
Entre los factores que explican el aumento de la violencia con armas de fuego entre los latinos está el propio esfuerzo que la industria armamentística ha hecho en los últimos años para seducirlos a medida que su presencia ha ido aumentando en EE.UU., donde ya suponen casi una quinta parte de la población.
Una presión del lobby armamentístico que se suma a otras causas más estructurales relacionadas con las agresiones con armas como, por ejemplo, la violencia policial contra algunas comunidades, derivada del racismo sistémico que existe en EE.UU.
“Las comunidades latinas experimentamos violencia y terror todos los días; tenemos normalizado que podemos ser matados con un arma”, aseguró en una entrevista con EFE una de las coordinadoras de la red de supervivientes Crime Survivors for Safety and Justice, Michelle Monterrosa, hija de argentinos y hermana de una víctima de violencia con arma.
Tal y como refleja el estudio de VPC, la industria armamentística está lanzando una campaña dirigida a los hispanos y a otras minorías para aumentar la venta por un lado y el apoyo al movimiento pro-armas por el otro.
“La base de consumidores tradicional (de hombres blancos) se está envejeciendo y muriendo y necesitan reclutar nuevos clientes para contrarrestar la disminución de su número de afiliados”, dijo a este medio el fundador y director ejecutivo del VPC, Josh Sugarmann.
Sugarmann quiso resaltar el hecho de que el movimiento proarmas siempre ha tratado de “demonizar” a las comunidades afroamericanas y latinas y ahora las necesita para mantener sus ventas.
Fuente: EFE
Foto crédito: Jesús Rosales