El pasado miércoles 18 de octubre entraron en vigor nuevas normas de registro de datos de ciudadanos extranjeros cuando ingresan a EE.UU y los recibe un agente federal de inmigración. La nueva política, a pesar que el DHS insiste en que solo se trata de una “modernización” de un reglamento vigente desde 1974, le permitirá al gobierno federal colectar y usar la información publicada en las redes sociales para decidir el futuro de un caso migratorio, algo que tiene inquietos a organizaciones proinmigrantes y de derechos civiles. La medida impactará a quienes entren al país por cualquier puerto de entrada por lo que facilitar al gobierno conocer más datos, incluso a ciudadanos estadounidenses naturalizados y residentes legales permanentes para con ello tomar decisiones que tendrán impacto de por vida, como por ejemplo otorgar la residencia legal permanente a un familiar o negarlo. La información será recolectada a partir de los perfiles de redes sociales y resultados de búsqueda en internet. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señala que estas medidas son para proteger a la patria y cumplir con las regulaciones existentes y la información será guardada en una red electrónica clasificada. Estos datos podrán ser compartidos por todas las dependencias de DHS (ICE, CBP, USCIS). Foto cortesía.
17 de noviembre de 2024
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