Estados Unidos y México siguen expulsando migrantes hacia la frontera El Ceibo, en Guatemala, donde no existen las condiciones adecuadas para recibirlos. Los deportados llegan desorientados, sin dinero y a cientos de kilómetros de su lugar de origen, sin el apoyo de autoridades locales.
“Lo que se puede notar es una ausencia total del Estado”, indicó Leonel Dubón, director de la organización Refugio de la Niñez, que ha movilizado personal a la frontera El Ceibo, en Petén, Guatemala. “Es un punto fronterizo que bajo ningún punto de vista reúne condición alguna para poder atender los flujos migratorios como se están dando”. (Voz de América)