Las deportaciones masivas prometidas por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, podrían aumentar la inflación y el déficit, además de generar una reducción de los ingresos y de la fuerza laboral que a la larga ocasionaría una caída del producto interno bruto (PIB), señalaron este miércoles expertos y académicos.
En el transcurso de una teleconferencia organizada por la organización America’s Voice, Robert Lynch, profesor de Economía en Washington College, señaló que la idea de que las deportaciones masivas van a ayudar a los estadounidenses «es una ilusión».
Los estudios de episodios pasados de deportaciones masivas en Estados Unidos demostraron que éstas provocaron que la economía nacional se contrajera, dijo Lynch. «Los empleos para los trabajadores estadounidenses disminuyeron, los salarios estadounidenses bajaron y los precios subieron», agregó.
El director ejecutivo del National Foundation for American Policy, Stuart Anderson, afirmó, por su parte, que un reciente estudio de esta organización halló que sin los inmigrantes y sus hijos no habría habido crecimiento de la fuerza laboral en la economía estadounidense durante los últimos cinco años.
«El impacto económico de una reducción de la inmigración podría ser significativo, particularmente a mediano y largo plazo», alertó.
Durante la teleconferencia se puso de relieve que los estados que suelen concentrar el mayor número de indocumentados, como Texas, California, Nueva York y Florida, tendrán los impactos económicos más significativos, aunque no serán los únicos.
Entre las industrias que podrían resultar más afectadas figuran la manufactura, la agricultura y la construcción, si bien sectores como la hostelería y el cuidado de menores y ancianos también se podrían ver impactados por la falta de mano de obra.
Los participantes de la llamada resaltaron que históricamente el crecimiento económico de EE.UU. ha estado vinculado al aumento de la fuerza laboral, y por ello alertaron de que eliminar una «fuente importante de crecimiento laboral», como pueden ser los trabajadores indocumentados, podría desacelerar la tasa de crecimiento general.
Phillip Connor, investigador sénior de la organización FWD.us, manifestó que los planes del presidente electo podrían impactar a más de 28 millones de personas pertenecientes a familias indocumentadas o con estatus mixto, incluidos más de 20 millones de latinos (aproximadamente uno de cada tres latinos en EE.UU.).
«Debemos ser claros: los planes de deportación masiva del presidente electo Trump son, en realidad, planes masivos de separación familiar», aseveró.
Por su parte, Angela Kelley, de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA, en inglés), alertó de que «las placas tectónicas de las leyes y políticas de inmigración están a punto de cambiar dramáticamente» a causa de las previsibles deportaciones masivas.
«No existe un cortafuegos que proteja a los estadounidenses de sentir el ardor de la pérdida de mano de obra y de contribuciones de los trabajadores a nuestra economía», opinó.
Esta misma semana, Donald Trump confirmó el plan de declarar una emergencia nacional a raíz de la crisis en la frontera con México, para así disponer de efectivos militares de cara a ejecutar sus anunciadas deportaciones.
Fuente e Imágen Crédito: EFE