Luego de varios días desde las elecciones intermedias todavía no estaba claro el panorama para la mayoría del Senado, pero ya se disiparon las dudas y el resultado le da el control a los demócratas por dos años más.
Mantener el Senado en los demócratas dificulta la intención de los republicanos por desalentar las propuestas del presidente Joe Biden. También facilitará un proceso fluido para los nombramientos del gabinete y las nominaciones judiciales de Biden incluyendo las posibles vacantes en la Corte Suprema. El partido mantendrá el liderazgo sobre los comités y tendrá el poder de realizar investigaciones o supervisar el gobierno del mandatario.
La contienda por el Senado dependía de un puñado de escaños profundamente disputados. Pensilvania, Arizona, Nevada y Georgia eran los principales campos de batalla donde los demócratas esperaban que la decisión de los republicanos de nominar candidatos no probados, muchos de ellos respaldados por el expresidente Donald Trump, los ayudaría a resistir.
Sin embargo, hubo sorpresas. La victoria de la senadora Catherine Cortez Masto en Nevada dio a los demócratas los 50 escaños que necesitaban para conservar el Senado. Su triunfo refleja la fuerza de los demócratas en este año electoral. Buscando la reelección en un estado con los precios de gasolina más altos de la nación, Cortez Masto era la miembro más vulnerable del Senado, lo que aumentó la frustración de los republicanos que confiaban en que sería derrotada. (La Noticia)