Comenzamos la semana con el tsunami que ha levantado la decisión de la junta directiva de la empresa OpenAI (desarrolladora de la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT) de destituir a su CEO, Sam Altman, por considerar que no fue “lo suficientemente honesto en sus comunicaciones con la junta impidiéndole su habilidad para ejercer el liderazgo de la empresa”.
Algunos analistas indican que la diferencia de criterio vendría dada porque la actual junta directiva sería promotora del desarrollo de la tecnología de forma más pausada y tranquila, frente al desenfreno de Altman.
Si bien, al cierre de la redacción de este artículo, se dio a conocer que tanto Altman como su segundo a bordo, Greg Brockman, no sólo no volverán a OpenAI, sino que se mudan a Microsoft para seguir desarrollando proyectos de inteligencia artificial, son muchas las lecturas que se pueden hacer en este caso.
La primera de ellas tiene que ver con la importancia de la comunicación en posiciones de alta responsabilidad. Muchas veces, en este espacio, hemos hablado de lo vital que es mantener una interacción fluida con los diferentes steakholders que pueden hacer la diferencia en una gestión.
Esto nos lleva al tema de la confianza, cualidad vital para cualquier líder y que definitivamente no es algo que se decreta, sino que se cultiva.
En paralelo, vemos titulares que hablan de una gran cantidad de empleados de OpenAI (se habla que 500 de 700 personas firmaron la carta) que estarían solicitando la dimisión de la junta y el regreso de Altman a su cargo.
De ser así, estaríamos ante una brecha importante entre la junta directiva de esa empresa y el equipo de colaboradores que no parecieran estar en sintonía. Otra arista más para desarrollar conceptos de liderazgo en el mundo actual.
Entonces, ¿estamos ante un líder (Altman) con un propósito que considera mayor a él mismo y que lo seguirá desarrollando esté o no en OpenAI? ¿Cuáles serán los efectos en Microsoft con la llegada de Altman? ¿Tendrá futuro OpenAI con un liderazgo basado en la inconformidad de la mayoría de sus empleados?
Lo cierto es que ni siquiera la inteligencia artificial se escapa del efecto del liderazgo, por lo que no habrá contexto ni prompt que valga en esta telenovela a la que aún le quedan más episodios.
Por Ismael cala
Twitter: @cala
Instagram: ismaelcala
Facebook: Ismael Cala