El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió a su país que se una para hacer frente al supremacismo blanco y, en un mensaje dirigido a ciertos sectores del Partido Republicano, avisó que quienes guardan silencio ante ese tipo de violencia se convierten en «cómplices».
«El mal no ganará. No ganará y los supremacistas blancos no tendrán la última palabra», prometió el mandatario, rodeado de activistas, líderes religiosos y víctimas de las armas. (EFE)