“La vida es muy corta para quedarse esperando y preguntándose ¿y si lo hago?”
Llegó hace tres años a Estados Unidos para cumplir su sueño americano y ya ganó cuatro Emmy Awards; sus compatriotas le reclaman que ha cambiado las zetas por las eses y que habla como latina, pero hasta con su perro practica el inglés pues su sueño es reportar en ese idioma; asegura que es preguntona, directa y una esponja que todo lo absorbe; además, que es una persona amigable y feliz…
Con estas credenciales, hoy Begoña Sevilla brilla en la edición hispana de Voice of América (VOA), donde desde Washington DC funge como productora y reportera de asignaciones especiales, después de haber pasado por las pantallas de Univisión Nevada, además de Televisión Española (TVE), Antena 3, Telecinco y otros en su tierra natal.
La carrera al éxito de esta periodista española ha sido vertiginosa, y al hablar con ella es fácil constatar por qué: un espíritu incansable, pasión por la vida y la habilidad para visualizar sus metas y trabajar en consecuencia, la llevan de la mano. Es un torbellino de energía. Pero aún quedan muchas cimas que alcanzar.
¿Cómo hizo para obtener tanto éxito en tan poco tiempo?
Hoy escuchaba a una exitosa latina que desarrolla aplicaciones para Apple, y ella decía: “no es cuestión de lo que tú sabes o puedes llegar a saber, es cuestión del talento que tienes”.
Pues eso, desarrollar tu talento y creatividad. Además, en la vida hay que visionar las cosas y echarle ganas, trabajar en equipo y sobre todo siempre, siempre, siempre llevar una sonrisa en la cara; eso lo aprendí en Tailandia. Y así voy por los pasillos saludando a gente que ni conozco, pero siempre te devuelven la sonrisa. Si no tienes felicidad no tienes nada.
¿Cómo había visionado esto que vive hoy?
Yo siempre quise venir a EEUU. En España hice lo que tenía que hacer, trabajé para muchos medios, hice coberturas en todo el país y llegó un momento en que dije ya llegué a donde podía llegar aquí, así que decidí ir por nuevos retos y emprendí mi American Dream.
Mientras hacía un master en la televisión pública en España un día llegó a clases uno de mis profesores y dijo “yo he trabajado en EEUU y tengo cinco Emmy Awards”, y pensé: bueno, ¿sabes qué? Yo un día voy a conseguir más que tú, 6. Y me puse esa idea en la cabeza y uniendo todas las ideas mis sueños se iban complementando, y esa noche llegué a casa y le dije a mi novio: nos vamos a Estados Unidos porque voy a conseguir más Emmys que mi profesor. Cuando llegó la oportunidad de venirnos tuvimos que casarnos muy rápido y le dije: me voy a comprar este vestido y ya verás que con él voy a recoger mi primer Emmy. Aproximadamente un año y medio después me saque dos premios, y en la entrega mi marido y yo llevábamos el mismo vestido y traje con el que nos casamos. Y todo eso pasó porque lo visioné.
¿Cómo obtuvo su primer trabajo en USA?
Hay que destacar que yo llegué aquí y no sabía ni siquiera lo que era Telemundo. Tuve que estudiar todos los canales, la programación, todas las plantillas, los reporteros.
Apenas conseguí el permiso de trabajo me puse a buscar. Primero fui a New York y viví tres meses allí pensando que en esa ciudad iba a conseguir mi oportunidad, pero no fue así. Llamé muchísimas puertas, hablé con mucha gente, incluso recibí proposiciones que no se ajustaban a mi nivel profesional, que rechacé … Al ser española y hablar con las zetas, porque yo vine con el acento más marcado, a veces era visto como un obstáculo. Decían: es que no sabemos si va a funcionar, nuestra audiencia es latina… Pero entonces conocí a un amigo español que me ayudó a grabar un demo reel, y nos fuimos a Times Square, con muchísimo frio, tomé una manzana le di un mordisco y dije “he venido a USA a comérmelos”, y así quedó. Ese video lo edité yo misma y comencé a enviarlo a muchas estaciones hasta que la llamada llegó: ¡de Las Vegas!
No puedo decir que no me desesperé algunas veces, pero hay que tener la cabeza bien alta pase lo que pase.
¿Cuál es su próxima meta?
Mi meta más corta es Voice of America en inglés, donde pueden aceptar mi acento que aún debo mejorar para ser aceptada en los canales americanos de habla nativa. Para eso me preparo con una profesora privada que está muy contenta con mi evolución de estos tres años.
Efectivamente en esas estaciones también hay hispanos, pero el porcentaje es pequeño y su acento es perfecto. Si este país es una suma de diferentes culturas, yo diría que los medios norteamericanos deberían abrirse un poco más a los acentos de otros países para incluir a personas que como yo queremos trabajar y aportar a la sociedad americana pero que tenemos diferencias.
¿Qué ha aprendido de toda esta experiencia?
La apertura de mente que tuve al haber venido a Estados Unidos es increíble, y me siento muy unida a la cultura latina porque admiro mucho su carácter luchador. En general es gente muy simpática, respetando sus diferencias, porque nada tiene que ver un argentino con alguien de Bogotá, por ejemplo.
Los latinos me han enseñado eso, a luchar.Otra de las cosas que aprendí aquí es a ser más relajada y a preguntar las cosas más suavemente, porque tanto latinos como americanos lo toman todo más tranquilo mientras los españoles somos más avasallantes, más directos al hablar, por eso cuando voy a España tengo un choque cultural y debo readaptarme a mi propia cultura.
He aprendido tantas cosas en este país que no cambiaría nada de lo que he vivido, y estoy muy agradecida con las personas con quien he trabajado; también en especial con mi esposo por su contribución a mis sueños sin condición y a mi familia por enseñarme que hay que levantarse las veces que haga falta para conseguir nuestras metas.
Aún le quedan dos Emmys por ganar para superar a su profesor. ¿Piensa conseguirlo?
Mi reto es trabajar en inglés, por supuesto me gustaría seguir ganando premios. Son reconocimientos que te hinchan el pecho, como dicen en mi tierra, pero lo verdaderamente importante es el día a día, es lo que he hecho, es la experiencia de Las Vegas, vivir allí, al lado de California, que era otro de mis sueños… Me quedo con las experiencias, los premios se ven muy bonitos en la estantería.
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