Aproximadamente 1.000 personas asistieron a la audiencia pública de la Arquidiócesis de Baltimore el jueves por la noche, todas para discutir la propuesta Seek the City to Come.
Según la propuesta, la Arquidiócesis reduciría las 61 parroquias en la ciudad de Baltimore y el condado de Baltimore a 21 parroquias y cinco lugares de culto.
“Hace dos años, cuando comenzamos este proceso, dejamos muy claro que se trata de la renovación y revitalización de la Iglesia Católica en Baltimore”, dijo el Obispo Auxiliar y Vicario de la ciudad de Baltimore. “Nuestros feligreses son muy dedicados y trabajan duro para mantener sus parroquias funcionando. Pero cada vez hay menos porque la gente está abandonando la ciudad de Baltimore. Así que las parroquias que antes tenían equipos de personas de cientos y miles ahora son de docenas y cientos”.
El Obispo Auxiliar dijo que con menos asistencia y costoso mantenimiento de las estructuras antiguas, creen que reducir el tamaño y revitalizar la iglesia en la ciudad ayudará.
La cafetería y el auditorio de la escuela secundaria Archbishop Curley estaban llenos el jueves por la noche, hasta el punto de que no había espacio para estar de pie en ciertos momentos.
“Se supone que (San Pío) se fusionará con la catedral en Charles Street”, dijo Norma O’Hara, feligresa de San Pío desde hace mucho tiempo. “Mucha gente está muy involucrada con su parroquia. Es como una familia. Todo lo que puedo decir es que cuando se trata de Pío, es como una piedra de toque para nosotros. Ahí es donde pertenecemos”.
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“Quiero decir, es horrible. A la gente se le llenaron los ojos de lágrimas cuando se hizo el anuncio. Trabajamos duro para mantener nuestra iglesia en funcionamiento y apoyar a la comunidad y las comunidades circundantes”, dijo Maurice Jackson, feligrese de St. Veronica. “Quiero tener mi funeral allí. Hace unos meses perdí a mi esposa y tuvimos su servicio allí”.
Después de dividirse en grupos con su parroquia, varias personas presentaron sus preocupaciones en la audiencia en nombre del grupo. Jackson dijo que sólo quiere saber por qué surgió la propuesta en primer lugar y cree que tiene algo que ver con la quiebra que ahora enfrenta la arquidiócesis.
«A veces lo llamamos el elefante en la habitación, pero sabemos que ese es el verdadero problema principal, (por qué) se están cerrando las iglesias», dijo Jackson. “Más que eso, es por eso que estamos en quiebra. Es algo en lo que sentimos que estamos pagando un precio por lo que hizo otra persona”.
Sin embargo, el Obispo Auxiliar volvió a afirmar que esta medida no tiene nada que ver con la quiebra.
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“Comenzamos esto hace dos años, mucho antes de que supiéramos que estaríamos en la situación en la que nos encontramos con la reorganización del Capítulo 11. Ambos casos, no son casos aislados, no existe ninguna conexión en absoluto”, dijo el Obispo Auxiliar.
La propuesta no es definitiva, la arquidiócesis dijo que todavía quieren escuchar más del público.
«Antes de tomar una decisión, queremos escuchar a la gente y cuáles serían las consecuencias de estos cambios», dijo el Obispo Auxiliar. “Tendremos una idea clara de estas decisiones, de si debemos seguir adelante con ellas tal como están o si debemos modificarlas un poco. Quizás algunas de ellas deberían reconsiderarse. La idea aquí es una crítica constructiva, que queremos escuchar las consecuencias prácticas reales de lo que hacen las personas”.
Traducción by Latin Opinion Baltimore