Al entrar a Alma Cocina Latina el cotidiano acto de comer se convierte en una experiencia sensorial, cultural y recreativa, que nutre no sólo el paladar sino también el alma
Ubicado en la vibrante zona del Can Company, en el centro de Baltimore, en esta cocina reinan los sabores de Venezuela, fusionados con la nobleza del producto de la Bahía Chesapeake, todo ello tamizado por la experiencia, sofisticación e inteligencia de los chef ejecutivos que dan vida al menú: Federico Tischler y Enrique Limardo, ambos de renombrada trayectoria en la tierra de Bolívar.
En este comedor la humilde “arepa”, omnipresente en las mesas de Venezuela (y Colombia), ha mutado en diva, lista para ser degustada y transportar al comensal a la calidez del budare de la abuela, pero con un twist de contemporaneidad. También encuentran un pedestal para el reconocimiento otras bases no tan conocidas de la cocina venezolana como el “casabe”, galleta crujiente hecha con yuca o mandioca, propia de la dieta indígena del sur de ese país.
Este restaurante tiene apenas tres meses de abierto, y es el resultado de la visión de su propietaria, Irena Stein, quien ya tiene en su haber una amplia vivencia del escenario culinario de la ciudad de los Orioles. Su idea era compartir lo mejor de la casa, en un país donde la multiculturalidad es un baluarte.
Desde Latin Opinion conversamos con el chef Federico Tischler, quien nos contó todo sobre la oferta gastronómica de Alma Cocina.
¿Cual es la propuesta de este restaurante?
Estamos aprovechando para romper el mito de que lo latino en Estados Unidos es sólo lo mexicano o centroamericano.
Aquí la arepa es fundamental, es el corazón del restaurante. En el medio de la sala hicimos un “Arepa Bar”, con un budare de 7 metros de diámetro, donde la gente se sienta y puede observar cómo se hacen las arepas y cómo las rellenan al gusto de cada quien. Tenemos diez tipos de arepas, por supuesto no faltan las de pabellón y la famosa “reina pepiada”.
Ha sido una experiencia súper bonita ver la reacción de nuestros visitantes.
¿Solamente sirven comida venezolana o también podemos encontrar otras corrientes?
Aunque nos enfocamos en lo venezolano también traemos sabores que identifican a la cultura Latinoamericana desde una perspectiva más amplia; por ejemplo tenemos una pequeña representación de lo que podría ser la comida afroamericana, platos de tradición o técnica peruana pero adaptados a la manera criolla; algunos ceviches y nuestro “Vuelve a la vida” que comemos en las playas de Venezuela. En nuestro menú tenemos un pescado curado preparado a la manera de tiradito peruano, igualmente hay mucha presencia de casabe, ají dulce, cilantro.
¿Qué más podríamos degustar de su menú?
Servimos cremas calientes y frías, como una crema de caraotas (frijoles negros), una crema de auyama, un hervido o sancocho que hacemos cada semana, muy parecido al que comemos en Venezuela, con mucho tubérculos y hierbas. Pero también queríamos adaptarnos al mercado y hacer un homenaje a Baltimore, así que hicimos una torta de cangrejo pero la adaptamos al estilo venezolano agregando a su preparación ingredientes como leche de coco, casabe y ají dulce. En lo que vayamos haciendo queremos ir representando nuestra idiosincrasia y nuestros sabores.
El casabe aquí ha sido una novedad increíble, lo servimos acompañado con una guasacaca o con mantequilla de caraota, y a la gente le encanta. Entre los postres, tenemos quesillo, arroz con leche, torta de pan, golfeados.
¿Cómo se representa la calidez que caracteriza su país y su gente?
Algo muy importante en lo que hemos hecho hincapié, es que la gente que trabaja en la sala debe ser absolutamente amable y cordial en el trato hacia nuestros clientes. Además, el ambiente en el restaurante esta diseñado para que quien nos visita sienta que esta dentro de una casa solariega tradicional de Venezuela: rodeado de plantas, helechos muy grandes, tenemos hasta arboles plátano… además la decoración apela a una gran cantidad de fotos de nuestra geografía que de alguna manera evocan el sentir venezolano.
En la cocina también queremos que todos los sabores sean amables y cordiales. Nuestra comida no tiene ningún tipo de pretensión, más allá de alegrar, agradar y mostrar nuestra idiosincrasia y nuestra cultura.
¿En estos tres meses de apertura como ha sido la aceptación?
Nos hemos dado cuenta que hemos servido como vínculo para muchos venezolanos que estaban en el área no sólo de Baltimore, sino del estado de Maryland y vecinos como DC y Virginia. Pero también ha venido gente de New York, New Jersey, Filadelphia, quienes se han encontrado con una representación de su cultura. También han venido muchos latinos de otros países que se han sentido identificados con algunos de los sabores que servimos. Pero en general nuestra clientela es muy norteamericana, locales que vienen a probar, tal vez atraídos por la zona gastronómica y turística donde estamos ubicados, frente a la bahía.
Ha sido muy agradable ver las caras de sorpresa en la gente, y luego ver como se sueltan y se dejan consentir por la arepa.
¿Un último mensaje?
Queremos mostrar nuestra cocina, y aquí la adaptamos a cualquier paladar. Nos da mucha satisfacción porque estamos reproduciendo la arepa y nuestros propios sabores en este mercado.
Por: María Alessandra Matute
Donde?
Alma Cocina Latina esta ubicado en: 2400 Boston Street Baltimore MD, 21224. Más información en http://almacocinalatina.com/