Bajo presión por la sucesión de matanzas en tiroteos y encuestas de The Washington Post, la cadena ABC y de la Universidad Quinnipiac, que muestran que el Congreso y la Casa Blanca no están haciendo lo suficiente para detener los tiroteos a mansalva, Trump está impulsando medidas para controlar el uso de armas. Como inicio, expresó su apoyo a un esfuerzo de ley bipartidista presentada por el senador John Cornyn (R) y el senador Chris Murphy (D), para mejorar un sistema nacional de verificación de antecedentes criminales para la compra de armas. Por otra parte, Trump anunció el pasado martes la primera medida de su gobierno para ponerle límites al mercado de las armas: a través de un memorándum, ordena al Departamento de Justicia, a cargo del fiscal Jeff Sessions, diseñar regulaciones para “prohibir” las culatas conocidas como bump stocks y otros dispositivos que transforman rifles semiautomáticos, un arma legal, en un arma automática que dispara como una ametralladora, cuya venta es prohibida, como la utilizada en octubre en la masacre de Las Vegas, la más sangrienta en la historia moderna del país. Luego de ese tiroteo, Trump ordenó a Sessions que clarificara si las culatas eran legales o no. La Asociación Nacional del Rife (NRA) que le dio un fuerte respaldo al presidente en la campaña, se había mostrado a favor d regularlas. “Espero que estas regulaciones estén terminadas muy pronto”, dijo Trump en un acto en la Casa Blanca. “No podemos simplemente tomar medidas que nos hagan sentir que estamos haciendo una diferencia. Debemos hacer, de hecho, una diferencia”, agregó. Foto cortesía.
16 de noviembre de 2024
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