Entre el pasado 13 y 15 de noviembre tuvo lugar la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en la ciudad de Baltimore, donde fue abordado el tema migratorio y en la cual se tomó posición a favor de los inmigrantes. “La necesidad urgente de acoger e integrar nuevas oleadas de inmigrantes continúa sin cesar”, dijo el Cardenal Pietro Parolin, el segundo oficial del Vaticano, en una misa celebrada en la Basílica de Baltimore. El cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de una diócesis con 800,000 miembros de habla hispana y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU., enfocó el tema en su discurso inaugural el lunes en el hotel Waterfront Marriott. La posición de los obispos, y la de la Iglesia Católica Romana en todo el mundo, es que la inmigración, legal o de otro tipo, debe entenderse y abordarse ante todo como un asunto humanitario, no político o legal. El defensor de Inmigrantes Félix Cepeda, señaló a las afueras de la conferencia, que ICE está muy agresivo con muchas familias indocumentadas y por esta razón, católicos locales iniciaron el pasado 10 de noviembre, al frente de la Catedral de San Patricio en New York, una huelga de hambre que llevaron hasta la ciudad de Baltimore enfrente del Hotel Marriot, lugar en donde se efectuó la conferencia, con el objetivo de instar a los obispos del país que declare, al menos en una de sus iglesias de sus diócesis católicas, santuario para proteger a los inmigrantes del ICE y también estar abierto a personas sin hogar o que necesiten refugio. Allí estuvieron protestando y rezando, desde el lunes 13 hasta el miércoles 15 que terminó la reunión, corriendo el riesgo de ser arrestados. Foto cortesía.
17 de noviembre de 2024
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