Si el gobierno Trump decide cancelar el Estatus de Protección Temporal (Temporary Protection Status, TPS) de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití, cerca de 300,000 niños y jóvenes estadounidenses podrían quedar sin el cuidado de sus padres al perder estos el amparo que los protege de ser deportados. Se trata de ciudadanos de hogares mixtos cuyos padres, al perder los beneficios del programa, podrían quedar al borde de ser deportados del país si el gobierno cumple sus amenazas de poner fin al programa humanitario. El plazo para Honduras y Nicaragua vence el 10 de noviembre, mientras que para El Salvador el DHS debe pronunciarse el 9 de marzo. Estos jóvenes y menores serían separados de sus padres o ser forzados a regresar a un país que para ellos es desconocido. Foto cortesía.
17 de noviembre de 2024
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