El Comisionado de Policía de Baltimore, Kevin Davis, señaló el pasado miércoles que está terminando efectivamente con la policía civil en Baltimore tras el procesamiento por cargos federales la pasada semana de siete oficiales miembros de la Fuerza de Tarea de Rastreo de Armas de la agencia por los delitos de extorsión, robo a ciudadanos, presentar informes policiales falsos y recibir pagos fraudulentos por horas extras. Uno de los oficiales además fue acusado de ser parte de una conspiración de drogas. Conocidos en las calles como “knockers” o “jump out boys”, estas unidades se convirtieron en sinónimo de policía en Baltimore. Los oficiales vestían chalecos tácticos, pantalones vaqueros y gorras hacia atrás y rondaban por la ciudad en busca de armas y drogas. Davis también indicó que han sido los oficiales más propensos a ser objeto de quejas y dijo que estaba cada vez más preocupado de que su estilo “aceleró una mentalidad de limpiar las esquinas”, por lo que ordenó el regreso de 46 oficiales de la unidad centralizada de inteligencia de la agencia a la patrulla uniformada, en respuesta a las acusaciones. El comisionado manifestó que “no era un gran fan de estos uniformes modificados, chalecos tácticos, las camisetas, los jeans y las gorras de béisbol. No creo que represente a nuestra profesión de la manera que debería, y lo estoy eliminando”, concluyó. Davis dijo que no está acabando con unidades encubiertas que son diferentes de los oficiales de civil y se pedirá a los oficiales reasignados hacer el mismo trabajo policial proactivo, solo que en uniformes y en vehículos marcados. Foto cortesía.
16 de noviembre de 2024
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