Con el trasfondo de los festejos del tradicional Mes de la Herencia Hispana, un nuevo estudio debería no sólo conmover a nuestra comunidad sino arrojar sendas interrogantes sobre la comunidad que somos y el futuro que deseamos para nuestras hijas y para las mujeres latinas en general.
El estudio Latinas: Cambios socioeconómicos entre las mujeres latinas en Estados Unidos desde 1990 hasta 2014, del Centro de Estudios Latinoamericanos, Caribeños y Latinos, y CNN en Español, nos dice que las latinas se han inscrito para votar y que votaron en mayor proporción que los hombres latinos en cada elección presidencial entre 1992 y 2012.
Una de las explicaciones más sencillas sobre el creciente empoderamiento político de las latinas es que las mujeres de este segmento alcanzan niveles educativos más altos que los hombres, lo cual se demuestra con el creciente porcentaje de mujeres graduadas de la universidad.
En el plano político los datos son contundentes: El porcentaje de latinas que se inscribió para votar superó a la de hombres latinos en cada elección presidencial realizada desde 1992 hasta 2012.
Y a raíz de los niveles más altos de inscripción electoral, las latinas también votaron en tasas superiores: entre el 49% y el 52% de las votantes elegibles emitió su voto, en comparación con un porcentaje de entre el 43% y el 46% del electorado de hombres latinos.
En el plano educativo las latinas también rebasaron a los varones. En 1990, un 10% de latinos había obtenido una licenciatura o un título superior. Para el 2014 esa cifra subió al 13,4%. Pero el incremento de las latinas universitarias fue aún mayor: 16% se graduaron de la universidad.
Sin duda esas estadísticas por si solas deben ser motivo de orgullo. Pero el estudio arroja un dato alarmante: A pesar de su mayor escolaridad, las latinas universitarias que eran jefas de familia tenían menores ingresos y más probabilidades de ser pobres que sus contrapartes hombres.
Es un dato de relevancia crucial si tomamos en cuenta que en este momento casi la mitad de hogares latinos son encabezados por mujeres.
Adicionalmente, los niveles de escolaridad de los latinos y latinas siguen siendo bajos si se compara con otros grupos raciales o étnicos de Estados Unidos.
“Hasta que no veamos un marcado aumento en las tasas de graduación universitaria de ambos sexos, la pobreza continuará jugando un papel central en la experiencia latina”, sostuvo Laird W. Bergad, autor del informe y director del CLACLS.
Sin duda las conmemoraciones anuales del Mes de la Herencia Hispana son una excelente oportunidad para exaltar los avances de nuestra comunidad, especialmente los económicos y educativos, pero también para reflexionar sobre los retos pendientes, como buscar colectivamente los cambios legales para lograr una paga equitativa y justa en el mercado laboral.
Para más información visita la página web www.laredhispana.org
15 de noviembre de 2024
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