La madre Teresa de Calcuta, premio nobel de la Paz en 1979, se ha convertido en santa 19 años después de su muerte tras un proceso de canonización realizado por el papa Francisco el pasado domingo 4 de septiembre en el Vaticano. El pontífice destacó que la madre Teresa “se hizo oír ante los poderosos culpables de crear la pobreza”, en una ceremonia en la Plaza de San Pedro a la que asistieron más de 100.000 personas. La beata inspiró al papa a recordar tras la misa “a los que ofrecen su servicio a los hermanos en situaciones difíciles y peligrosas” y “a tantas religiosas que donan sus vidas sin escatimar esfuerzos”, reconociendo que sería difícil llamarla “santa Teresa” porque fue tan cercana, tierna y espontánea que seguirá siendo “madre Teresa”. Valoró de igual manera su lucha contra el aborto y su inclinación sobre las personas desfallecidas que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado. “Que esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo, y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”, abogó el pontífice.