Autoridades mexicanas realizaron este jueves labores para drenar el ácido sulfúrico de los vagones del tren que se descarriló con migrantes hace dos semanas, cerca de la frontera con Estados Unidos, lo que provocó la muerte de un niño venezolano de cuatro años y cerca de 10 heridos además del derrame químico.
El incidente, en la carretera de Ahumada a Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, ha alertado a las autoridades locales y organizaciones ambientales por el alto riesgo que supone el manejo inadecuado de esta sustancia peligrosa, pues es corrosiva y tóxica.
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Especialistas alertaron de que cualquier fuga durante el drenado podría contaminar los suelos y cuerpos de agua cercanos, con impactos severos a largo plazo.
“Sabemos del derramamiento de 53.000 litros de ácido sulfúrico y no se ha sabido cuánto cloro se derramó”, afirmó a EFE Daniel Delgadillo Díaz, ingeniero agrónomo de la región.
El experto citó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “en un primer estudio que hizo, dijo que son aproximadamente 192 metros cuadrados afectados de suelo”.
Enunció que las afectaciones principales son quemaduras, que también puede haber en plantas y animales.
El tren de 12 vagones se descarriló el 3 de septiembre, cuando murió el niño venezolano y resultaron heridos otros migrantes de Nicaragua y Venezuela.
Este tramo de ferrocarril es conocido como una de las rutas más utilizadas por migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, por lo que el accidente resalta aún más la vulnerabilidad de quienes viajan de manera irregular, expuso el pastor Francisco González, director de los albergues Somos Uno por Juárez.
“Sí nos preocupa porque esto es una evidencia muy clara de que cada vez la gente en movilidad, en este caso las personas migrantes, cada vez son más vulnerables realmente, entonces eso sí realmente nos está preocupando porque ellos siguen buscando vías alternas para poder llegar”, comentó a EFE.
El cuerpo del migrante fallecido ya se entregó a sus familiares tras un largo periodo de trámites por su situación migratoria, lo que conmocionó a sus compatriotas.
“No es lo que nosotros deseamos, creo que lo que más amamos es nuestros hijos y sí que es muy lamentable, muy difícil y da mucha pena saber cómo día con día las personas pasan muchas cosas con tal de subir a este lugar caminando con sed, con hambre”, comentó una migrante que no quiso identificarse.
La migración irregular a través de México se elevó un 193 % interanual en la primera mitad del año hasta un récord de más de 712.000, según la Unidad de Política Migratoria del Gobierno.
Fuente e Imágen Credito: EFE