“Me siento bien”, “me hace sentir feliz”, “viviré más”, “tengo más amigos”, “me quita el estrés”, “me da energía”. Esas son algunas de las razones por las que el señor Waldo Cartes dedica todos los días de su vida al menos una hora al deporte.
Sus días transcurren entre planos y oficinas gubernamentales. De noche, el dojo es su oasis. A sus 63 años este arquitecto venezolano hace una semana recibió el cinturón rojo de Tae Kwon do, un escalafón menos que el máximo grado que se alcanza en esta disciplina: la cinta negra.
Su compromiso personal con el bienestar físico es un ejemplo de que no hay edad para estar y sentirse bien, y que esa sombra que es la vejez se puede suspender con un poco de disciplina y buena energía.
¿Cuándo comenzó a practicar Tae Kwon do?
Yo comencé en el Tae Kwon Do hace muchos años cuando era joven. Hice mis primeros ascensos y conseguí las primeras cintas de colores, que son los símbolos que indican en qué nivel de habilidad te encuentras. Pero luego nacieron mis hijos y mi familia requería mi total dedicación, así que no practiqué ningún deporte durante 25 años. Ya mis hijos crecieron y hace tres años decidí retomar una vida más sana y activa, por lo que me tocó comenzar desde cero con casi 60 años.
¿Cómo es esa experiencia de comenzar después de tanto tiempo de inacción?
Es como andar en bicicleta, que nunca se olvida. Sin embargo el cuerpo ya es otro, así que hay que entrenarse poco a poco para aumentar paulatinamente la capacidad aeróbica, caminando después del trabajo al principio, luego trotando, andando en bicicleta por tres horas. Sí se logra. Hoy en día, yo voy a la academia tres días a la semana, y el resto corro o voy a la montaña, y me siento muy bien.
¿Cuál es su meta ahora?
Continuar practicando el tae kwon do hasta que el cuerpo aguante, pero además me he propuesto motivar a otros para que lo hagan. En la academia donde yo trabajo practican personas de todas las edades: niños, adolescentes y adultos, y una de mis proyectos es incentivar a los padres que van a llevar a sus hijos a clases a que lo intenten. Hay varios que han comenzado a entrenar y se sienten muy contentos con los resultados que en términos de salud han logrado: bajaron de peso, están comiendo mejor y se acabaron los dolores de rodillas. Queremos incorporar a toda la familia.
Tener una excelente alimentación balanceada y la constancia para no abandonar la actividad física, aunque esto es fácil porque tu propio cuerpo te lo pide.
¿Hasta qué edad se ve practicando el deporte?
Yo he visto casos de hombres hasta de 80 y 85 años que aún están activos en el tae kwon do, y esa es mi meta. Por supuesto, a esta edad yo no aspiro a participar en competencias, porque sólo lo hago para sentirme bien y disfrutar. Y funciona.
Además de los minutos que uno se ejercita activamente, también está el ritual que le sigue: después del ejercicio te das una ducha, te vistes, saludas a tus compañeros y te despides hasta la próxima clase, entonces al final has pasado dos o tres horas alejado de la rutina diaria y de todo aquello que te produce estrés. Te olvidas de todo.