Hola a todos. Como dije en mi informe presidencial sobre el Estado de la Unión, vivimos en una época de cambios extraordinarios que afectan la forma en que vivimos y trabajamos. Nuevas tecnologías reemplazan cualquier trabajo que podrá ser automatizado. Así que la pregunta que debemos hacernos es esta: “¿Cómo podemos asegurarnos de que todo el mundo tenga una oportunidad justa de tener éxito en esta nueva economía?”. La respuesta comienza con la educación. Es por eso que mi Administración ha exhortado a los estados para que eleven los estándares. Hemos reducido la división digital por la mitad en nuestras aulas, trabajado con el Congreso para aprobar un proyecto de ley bipartidista que establezca la expectativa de que todos los estudiantes deberán graduarse del bachillerato listo para la educación superior y un buen empleo. Ahora nuestra tasa de graduación de bachillerato está en el nivel más alto de nuestra historia.
Tenemos que asegurarnos de que todos nuestros hijos estén equipados para los trabajos del futuro, lo cual significa no solo la habilidad de trabajar con computadoras, sino el desarrollar las habilidades analíticas y de codificación necesarias para propulsar nuestra economía de innovación. Los mecánicos automotrices de hoy en día trabajan en máquinas que utilizan hasta 100 millones de líneas de código. Los enfermeros analizan datos y administran historias médicas electrónicas. Los operadores de máquinas y herramientas están escribiendo programas de computación. En esta nueva economía, la informática no es una habilidad opcional; es una habilidad básica, como leer y escribir, o sumar y restar. Actualmente, solo la cuarta parte de nuestras escuelas desde el kindergarten hasta el grado 12 ofrecen cursos de informática. Veintidós estados ni siquiera permiten que se considere para obtener un diploma. Así que tengo un plan para ayudar a asegurarnos de que todos nuestros hijos, y en especial las niñas y las minorías, tengan la oportunidad de aprender informática. Lo hemos llamado Informática para Todos (Computer Science for All) y darle a todo estudiante en los Estados Unidos la oportunidad para que comiencen a aprender, a la edad más temprana posible, las habilidades que necesiten para salir adelante en la nueva economía. Pediré al Congreso aprobar fondos para que nuestras escuelas primarias y secundarias puedan darles la oportunidad a todos de aprender informática. A partir de este año, aprovecharemos los recursos existentes de la Fundación Nacional para la Ciencia y la Corporación del Servicio Nacional y Comunitario (National Science Foundation and the Corporation for National and Community Service) para entrenar a más maestros para estos cursos. Trabajaré con gobernadores, alcaldes, líderes de negocios y empresarios de tecnología para que se integren a esta causa. Ahora mismo, estados como Delaware y Hawái, compañías como Google y Salesforce, y organizaciones como Code.org, se han comprometido a ayudar a que más niños aprendan estas habilidades.
Se trata precisamente de esto: de que cada uno de nosotros ponga nuestro granito de arena para asegurarnos de que nuestros jóvenes podrán competir en la economía global de alta tecnología. Ellos son los que asegurarán de que Estados Unidos, el país que inventó todo esto en primer lugar, continúe creciendo, continúe innovando y continúe liderando al mundo en los años venideros. Y ellos son la razón por la cual nunca me he tenido más confianza en nuestro futuro.
Gracias a todos